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En El Retiro convertirán esta casa de 200 años en un parqueadero
La infraestructura en la que hoy se ubica una galería de arte, Casa Enso, será usada para los carros. Los vecinos y habitantes de El Retiro protestan.
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Casa Enso funciona hoy como una galería abierta al público y, considerada por algunos, un museo paralelo para el municipio de El Retiro. FOTOS Manuel Saldarriaga -
Tiene más de 200 años desde su construcción y es considerada una de las casas mejor mantenidas. FOTO Manuel Saldarriaga
14 de septiembre de 2021
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A media cuadra del parque principal de El Retiro hay una casa con más de 200 años de historia. Allí se ubica hoy Casa Enso, una galería que da espacio al arte, el diseño y la cultura, que para muchos puede ser solo paredes blancas y maderas bien conservadas, pero que para sus dueños y los habitantes de este municipio del Oriente antioqueño es una pieza patrimonial que está en riesgo de desaparecer: la volverán un parqueadero.
Su infraestructura, una de las mejor conservadas según el mismo alcalde, va a ser reemplazada. Es cuestión de tiempo, pues los permisos de construcción ya fueron aprobados por la anterior administración aunque esto represente una amenaza y un golpe directo a la conservación del patrimonio de todo el pueblo.
Pueblo que, precisamente, aún parece un viaje al pasado: pararse en el parque, justo en la mitad, y mirar hacia los lados, es como transportarse a la época republicana de Colombia. Prima el color blanco en la iglesia y las fachadas, con balcones sostenidos en madera, flores y macetas colgadas de los techos de teja y un patio central en cada residencia.
Cada casa conservada tiene más de dos siglos y son estas las protagonistas que han sido testigos, pero también víctimas, del paso del tiempo, cuando se agrietan las paredes o las modernizan.
Más allá de Casa Enso
Carlos Gómez y Rafael Tamayo, propietarios de Casa Enso, habitan el espacio desde hace un año gracias a un contrato de arrendamiento que vence el próximo octubre.
El dueño de la infraestructura, que EL COLOMBIANO intentó contactar sin respuesta hasta el final de esta edición, ya tiene un parqueadero en la parte trasera y busca ampliarlo, para lo que solicitó un permiso en 2019.
Gómez cuenta que este es el único pueblo de Oriente que todavía conserva rasgos patrimoniales marcados, en los demás la arquitectura original desapareció, y es eso lo que temen que ocurra aquí. “Igual nos vamos a ir, ya tenemos otro espacio al frente, pero la casa se va a quedar vacía y sentimos que estará más vulnerable”.
Por eso, la gente llevó la queja ante el Ministerio de Cultura y en respuesta, esta institución, con su Dirección de Patrimonio y Memoria, emitió una solicitud de acciones preventivas y correctivas dirigida al alcalde del municipio, Nolber de Jesús Bedoya Puerta, el 29 de marzo de este año.
El documento señala que la casa “cuenta con excepcional valor histórico, arquitectónico y ambiental, así como de apropiación social” por lo que la Dirección solicitó verificar si el inmueble está sujeto al Régimen Especial de Protección y que, de ser así, actúe según las competencias municipales para proteger sus valores culturales, con atención a las obras de construcción que allí se ejecuten.
“En caso de que no cuente aún con la condición de Bien de Interés Cultural, se considera importante adelantar lo antes posible la articulación del municipio con la Gobernación de Antioquia, en especial con la Secretaría de Cultura y con el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural con el fin de solicitar su apoyo y concurso para efectos de promover la declaratoria como bien de interés cultural del ámbito municipal atendiendo el procedimiento dispuesto en el marco legal vigente en materia cultural para este efecto”, puntualiza el documento.
De acuerdo con Gómez, no se han enterado de que el alcalde haya respondido. EL COLOMBIANO habló con Bedoya Puerta, quien dijo que no tiene conocimiento de esta carta de MinCultura: “El único documento que aquí reposa es uno que enviaron en agosto. Ese es el único que conozco”.
Tiene más de 200 años desde su construcción y es considerada una de las casas mejor mantenidas. FOTO Manuel Saldarriaga
El documento de agosto
Como si fuera una premonición, los habitantes y vecinos del pueblo ven la amenaza a Casa Enso como una muestra de lo que podría pasar con las demás casas, que también tienen más de dos siglos en pie.
Esto se evidencia con las manifestaciones que han tenido: han recogido más de 900 firmas para el documento que inicialmente enviaron a la Administración en agosto solo con 400, han dado visibilidad al hecho y están actualmente pensando en una acción popular para intentar congelar el permiso de construcción.
Tamayo, copropietario de Casa Enso y consultor en temas de patrimonio de la UNESCO para Latinoamérica, explica que la acción popular busca demostrar interés colectivo y afectación a este, pero que dependerá de la voluntad del juez decidir si se cumple o no la normatividad.
Juan María Jaramillo Vallejo, vecino y miembro del Centro de Historia del municipio, contó que fueron ellos, en el Centro, los que redactaron la carta que enviaron al alcalde, además porque “la casa está ubicada en una calle semipeatonal y, al poner el portón que ellos proyectan, pondrá en riesgo el frente”.
Se trata del documento que el alcalde Bedoya Puerta recibió. “El asunto es proteger el inmueble, tiene 14 hojas de firmas y ante el gran número de personas ya nos reunimos con los líderes de la iniciativa. Revisamos los archivos de la resolución 2091 de 17 de diciembre de 2019, que es la que otorga la licencia de construcción”.
Dice que la licencia se autorizó cuatro días antes de que él comenzara su mandato, por lo que no fue su decisión ni parte de su procedimiento administrativo, pero que en dicha reunión con los líderes se comprometieron a verificar la legalidad de la resolución y el cumplimiento de los requisitos, todo para este mes de septiembre.
“Ya la Secretaría de Hábitat y Desarrollo Territorial está analizando la carpeta y una vez ellos nos den respuesta, tomaremos las decisiones correspondientes”, puntualizó.
Jaramillo Vallejo dice que, aún así, todavía recogen firmas, tienen 500 más para el total de 900, en varios puntos de la ciudad (En Casa Enso, El Juguete y Tanta Tinta), pues este bien está ubicado en una calle que, además, está intacta ante el paso del tiempo y es de las pocas que quedan en El Retiro.
Para Gómez es importante que el alcalde se manifieste, que deje las cosas por escrito, que responda a MinCultura y que explique públicamente sus decisiones porque, aunque la Alcaldía diga que tienen manos puestas en el asunto, el riesgo sigue vigente, la galería se va a trasladar (ver mapa) y los dueños todavía tienen el permiso para construir. Esta pieza patrimonial aún puede desaparecer y con ella, las demás del municipio.
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