Antonina Moya no solo es fuerza; también es alegría. Buena pesista y mejor bailarina, dicen de ella quienes más de cerca la han tratado. Y la consentida Antonina sí que sabe responderles.
La pequeña chica llegó de Vigía del Fuerte, donde nació hace 15 años, para intentar fortalecer la capacidad de levantar pesas.
Y aunque aún hoy, a veces se entristece por la lejanía de sus seres más queridos, se muestra optimista porque en Medellín empieza a hacer una carrera que, de entrada, se antoja promisoria. No en vano, en su primer torneo oficial nacional, acaba de ganar las tres medallas de oro (división 58 kilogramos) de la categoría sub-15 años en Ibagué.
“Estoy feliz así no haya mejorado mi marca personal”, explica ya mentalizada en que en pesas lo que vale es justamente los registros. Y lo más importante: fue declarada Mejor Pesista del torneo, gracias al coeficiente Sinclair, una medida internacional que utiliza las constantes de los pesos (levantado y corporal) para determinar quién es el más fuerte. Y ella lo fue en Ibagué.
“Es una chica disciplinada que va bien a pesar de que apenas lleva dos años en la Escuela Departamental de Pesas”, señala Jairo Aníbal Cossio, director de tal semillero.
“Afectuosa, muy alegre, gran bailarina, extrovertida, de gran fortaleza interior”, la reseña María Cecilia Valencia, su acudiente en el Marco Fidel Suárez, institución en la que cursa el noveno grado.
Con 74 kilos en arranque, 90 en envión y 164 en el total, logró el título superando a quien la escoltó (la bogotana Meily Villamizar) por 21 kilos.
Combina bien estudio -a pesar de que no le va tan bien en matemáticas- con el deporte. De ahí sus tempraneros logros en un deporte que exige dedicación y sacrificio.