Hay que remitirse a febrero de 2009 para encontrarse con un Atlético Nacional que sumó cuatro partidos de Liga sin convertir un gol (0-1 con Equidad, 0-2 con América, 0-3 con Junior y 0-1 con Deportes Quindío, en esa ocasión).
La noche del domingo, luego de caer con Deportes Tolima por la ida de los cuartos de final de la Liga Águila-2, el elenco que dirige Juan Manuel Lillo igualó esa marca porque no convierte desde el encuentro con Patriotas (3-0) del 31 de octubre (0-1 con Deportivo Cali, 0-1 con Tigres y 0-0 con Medellín, los otros duelos).
Desde ese último gol de Aldo Leao Ramírez han pasado 382 minutos –datos del estadígrafo Óscar Yamit Quiroz– sin vulnerar arcos rivales. En rueda de prensa, después de la derrota de este domingo, el estratega español habló sobre el tema: “El nivel de precisión, sin ser malo, no fue el nuestro: jugadores no habituales a perder pelotas, lo hicieron y nos ha faltado decidir bien en el último pase. Nunca nos han faltado llegadas, sino elegir bien y eso se buscó. La esperanza para el siguiente partido es que nos parezcamos más a nosotros mismos y que la producción sea mayor”.
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Los hinchas verdes anhelan que, con el regreso de Dayro Moreno (suspendido una fecha por expulsión), vuelvan las alegrías. El goleador, de quien se espera su continuidad en el 16 veces campeón de Colombia, ha conquistado 10 de las 25 alegrías verdolagas en el certamen (1,19 tantos por fecha consigue Nacional).
Por eso, para el encuentro de vuelta contra el cuadro pijao, el próximo sábado 2 de diciembre (7:45 p.m.) en el Atanasio, en el seno de la institución paisa sueñan con reactivar el sendero del gol, necesario para revertir el 1-0 que por ahora marca la serie.