Muchos aficionados siempre esperan en la carretera hasta ver el último corredor de la etapa, ese que va acompañado por las motos de los policías, de los guardas de tránsito y el carro escoba, vehículo oficial que cierra la caravana.
Los ciclistas que han tenido esa presión, en dos de las siete etapas disputadas en la Vuelta a Colombia, son del equipo Depormundo Multirepuestos Bosa, que orienta Marco Tulio Bustamante, un veterano entrenador con 27 participaciones a cuestas.
A pesar de su experiencia, el técnico no deja de hacer fuerza para que sus muchachos sigan en competencia. Para él es duro cuando uno de sus pupilos tiene que bajarse de la cicla por límite de tiempo, caída o enfermedad.
En la primera semana, ser últimos en la caravana fue algo que les tocó vivir a Miguel Ángel Macías y Wílver Fonseca. Macías narró cómo fueron esos metros finales en la subida al Páramo Picacho (Santander), en la cuarta fracción, en la que llegó muy relegado, a una hora y tres minutos más tarde del ganador, Juan Pablo Suárez (EPM, 5:19.01):
“Yo soy bueno en el ascenso, me considero muy fuerte y entreno bastante para ser un escalador reconocido, pero en esa etapa me di cuenta de que tengo que seguir preparándome más duro”, dijo el deportista, quien salió del certamen por límite de tiempo y que durante los últimos metros en ese alto recibió el aliento de los policías y guardas de tránsito.
Ahora acompaña a su elenco ayudando en temas de logística pues, por ser un grupo tan pequeño, no cuentan con muchas personas para los trabajos mecánicos, consecución de alimentación y preparación de loncheras.