Hace dos años, los padres de Juan Fernando Calle Hurtado derramaban lágrimas al verlo en una camilla con dificultad para mover los pies.
Un carro lo atropelló cuando entrenaba en bicicleta por su natal Salgar. El duro golpe por poco lo lleva al retiro antes de tiempo del deporte que considera su vida: el ciclismo.
En los últimos diez días, a Jorge Iván Calle y Lady Carolina Hurtado los ojos se les volvieron a encharcar en varias ocasiones, esta vez de felicidad, al enterarse, por medio de la radio, de la demostración de fuerza y poder que viene imponiendo su hijo en las carreteras colombianas.
Ahora comprenden la insistencia de Juan Fernando para que lo dejaran correr, aunque aclaran que seguirán exigiéndole que no descuide la parte académica, ya que en el deporte es un alumno avanzado, pero en el estudio apenas cursa sexto grado. Y eso que ya tiene 17 años.
“Siempre me han inculcado el estudio, y yo les voy a cumplir, porque gracias al apoyo que me han brindado he podido salir adelante. Confieso que he sido recochudo, pero me voy a poner las pilas porque no solo quiero ser un gran ciclista, también un buen profesional”, dice Calle con voz firme, así como los pedalazos que viene dando.
En la reciente Vuelta del Porvenir, disputada en Caquetá, el pedalista que hace parte de Indeportes Antioquia luchó por el título general hasta los metros finales de la última fracción.
La conquista se le esfumó al ceder 15 segundos con el campeón, el cundinamarqués Jhojan García (4-72). No obstante, el antioqueño, que terminó tercero, tuvo recompensa al quedarse con la clasificación de la montaña, luego de exhibir sus condiciones como escalador en el alto de Mojón, donde cruzó la meta en el primer lugar.
Dos días después de esa carrera, el pasado martes, tomó la partida en la Clásica del Suroeste, en la que esta vez no dio tregua al convertirse en el vencedor en juvenil.
Contador y Chaves, ídolos
Calle recuerda que desde los 11 años, luego de ver las principales carreras europeas por televisión, se empezó a enamorar del ciclismo.
“Veía a Alberto Contador y decía que quería ser como él. Ahora que observo a Esteban Chaves me sorprendo con lo que viene haciendo. Él, luego de los accidentes que ha tenido, es un ejemplo de superación y de que los sueños se pueden cumplir”, indica Juan Fernando, quien dejó de montar en su bici de hierro y todo terreno al incursionar al programa de ciclismo de las subregiones de Antioquia.
“Ese programa me abrió la puerta para formarme como deportista. Se me han dado resultados muy rápido, pero aún falta mucho camino por recorrer y aprender”, sostiene el corredor, quien en los tiempos libres acompaña a su padre a coger café en una finca de Salgar, y eso sí, sin falta, después de terminar sus entrenamientos va y visita a su madre en la cafetería del parque principal del municipio donde labora.
“Ellos se han esforzado mucho por mí y por mis hermanos. Mi deseo es dejar huella en el deporte para darles alegrías y ayudarles en el futuro”, finaliza Calle, otra joven promesa que empieza a brillar sobre la bicicleta. Correr en Europa es su meta.