Desde la tercera etapa que terminó en Riosucio, el ecuatoriano Richard Carapaz se adueñó de la Vuelta de la Juventud. Nunca entregó la camiseta de líder y ayer lo único que hizo fue cuidar a sus rivales para asegurar el título.
“Para mí es muy emotivo ganar en una tierra de grandes campeones, no de ahora, sino de hace mucho tiempo. Creo que hago historia y con el título demuestro que hay una nueva sangre del ciclismo”, dijo el nacido hace 21 años en El Carmelo (Ecuador), mientras esperaba que le tomaran la muestra para el control al dopaje.
Reconoció que en la penúltima etapa lo atacaron, pero tuvo cómo responder y en el tramo entre Jardín y Envigado lo único que hizo fue cuidarse.
“El recorrido entre Santa Fe de Antioquia y Jardín estuvo complicado, porque era evidente el ataque de los demás equipos, pero al final supimos calmarnos y hacer muy bien el trabajo, y seguir con un buen tiempo de diferencia con el segundo en la general”.
Después del cetro Panamericano que obtuvo en el 2013, Richard está seguro de que la victoria que certificó ayer es lo mejor que ha conseguido en su carrera deportiva.