En días pasados, Óscar Sevilla parecía una cajita de música explicando cuáles eran sus claves para seguir vigente en el ciclismo de élite.
Comer bien, dormir, descansar, entrenar, y mantener viva la disciplina, ilusión y el amor por lo que hace. “Ya no soy joven, pero la pasión me sostiene”.
El colombo-español, de 42 años, aún no se pone una fecha de jubilación en el deporte, en el que sigue dejando huella como algunos en otras disciplinas, como Roger Federer (37 años) en el tenis, Pau Gasol (39) en el baloncesto o Alejandro Valverde (39), gran amigo de Sevilla, en el ciclismo.
Subcampeón en 2001 de la Vuelta a España, el colomboespañol hace la diferencia en los territorios que compite. Este año ganó etapa en la Vuelta a la Independencia Nacional, en República Dominicana; se consagró en la Vuelta a Chiloé, en Chile; y logró dos fracciones en la Vuelta a Colombia, en la que además fue tercero en el podio.
Quince días después de esta última prueba, el veterano corredor se encuentra disputando en China el Tour of Qinghai Lake, en el que asumió, luego de tres etapas, el liderato, el cual, los días anteriores, sostenían sus compañeros Róbigzon Oyola y Wéimar Roldán. La jornada de ayer la ganó el rumano Eduard Michael Grosu (Delko). El mejor colombiano fue Carlos Quintero (Ningxia), cuarto.
Hoy se disputa la cuarta de 13 jornadas. Se recorrerán 100 kilómetros entre las localidades de Guide y Longyangxia. Sevilla y el resto de colombianos esperan mantener su hegemonía.