El año pasado mientras realizaba un reconocimiento de la etapa contrarreloj del Dauphiné Liberé, el mejor ciclista del mundo, Chris Froome debió renunciar a correrla tras un violento accidente. Y, de paso, quedarse al margen de competir en el Tour de Francia.
Mayo y junio. Esas son las fechas de estas dos competencias ciclísticas que trae, anualmente el calendario del ciclismo de élite (llamado World Tour).
Pues bien, aún en el inicio de la temporada, cuando los pedalistas calientan motores para lo que será el asalto a las tres principales carreras (Tour -programada para arrancar el 27 de junio-, Giro -desde el 9 de mayo- y Vuelta a España -14 de agosto-), ya se empieza a hablar del Dauphiné que, tradicionalmente, ha servido para que los ruteros que se hayan inscrito en el Tour francés, la transiten como última escala de preparación. Este año irá del 31 de mayo al 7 de junio.
Y está hecha a la medida de los escaladores.
Un dato, según advierte el portal de este Critérium: “es la única carrera del mundo en la que en su vitrina de ganadores aparecen los quíntuples ganadores del Tour de Francia”, queriendo decir con ello que es la prueba ideal para alcanzar la forma previa a la llamada Gran Bouclé.
Hace referencia al galo Jacques Anquetil (vencedor del Tour en 1957, 61, 62, 63, 64), el belga Eddy Merckx (1969, 70, 71, 72, 74), el también francés Bernard Hinault (1978, 79, 81, 82, 85) y el español Miguel Induráin (1991, 92, 93, 94, 95).
Ellos se acreditaron triunfos generales del Dauphiné en 1963 y 65 (Anquetil); 1971 (Merckx), 1977, 79, 81 (Hinault), y 1995 y 96 (Induráin).