Con Brasil y Argentina como favoritos, el anfitrión Colombia y Uruguay, como segundo del grupo B, el lunes se dará inicio en Bucaramanga a la fase final del Preolímpico que entrega dos cupos para Tokio-2020.
Para los expertos es claro que la Tricolor cuenta con buenas individualidades, pero tiene poca cohesión como equipo y es ahí donde el técnico Arturo Reyes debe trabajar para cumplir con la materia pendiente en este torneo.
“Colombia, tal y como lo reconoció el propio entrenador, necesita contar con mejores sociedades en el campo para darle mayor circulación a la pelota y ser más eficaz al momento de atacar, pues se viene la instancia definitiva”, sostuvo Juan Carlos Ramírez, técnico de la selección Antioquia infantil.
El estratega resaltó que si la Sub-23 mejora en lo colectivo podría hacer la fase final con más solidez y luchar por el cupo a los Olímpicos mano a mano.
Igual concepto tiene el profe Luis Fernando Montoya, para quien la Selección aún está en deuda con los aficionados por su fútbol.
“Al plantel le ha faltado juego para convencer, debe aprovechar que es local y explotar esa riqueza técnica que tiene el jugador colombiano, la que siempre ha mostrado en todos los escenarios, para aumentar el nivel y buscar la clasificación a los Juegos. Los futbolistas de experiencia, por su parte, tienen que demostrar por qué están allí, por qué fueron escogidos por el técnico y plasmar en la cancha todo lo que han acumulado con sus clubes”, enfatizó Montoya.
Bréiner Castillo también argumenta que en esa parte del torneo será importante que los jugadores de más recorrido logren liderar el grupo, para ver un conjunto fuerte, pues cuenta con muy buenos elementos que han demostrado condiciones y talento.