A los 13 años dejó su casa en El Espinal, Tolima, para buscar el futuro con el Envigado. Vivió cinco meses es una casa-hogar del club antioqueño hasta que su mamá, Adriana Vásquez, decidió venirse a acompañarlo con su hermana Daniela.
El proceso de Iván Andrés Rojas con los naranjas, luego de llegar de la Escuela Pijaos de su pueblo natal, comenzó en la Sub-14 hasta pasar por todas las categorías. Inclusive, hizo parte de los seleccionados de Antioquia que ganaron el torneo Nacional y los Juegos Nacionales.
Ahora, a los 18 años, es titular del equipo profesional que dirige Juan Carlos Sánchez, y asegura que su próximo reto es ganarse un lugar en el conjunto nacional de Colombia de Piscis Restrepo.
En entrenador Leonardo Chala, el mismo que trajo a Juan Camilo Saíz, hoy en día vinculado al Medellín, le dio las bases a este chico que en el Envigado recibió la instrucción y fundamentación que requería para convertirse en un volante de primera línea.
“Es de perfil zurdo, ordenado, con buena técnica en la entrega del balón; posee buen remate, tiene sacrificio y es agresivo para recuperar”. Así lo describe el preparador físico John Hernández.
En su auto análisis, Iván también resalta la fuerza, dinámica, visión de juego y el liderazgo. “Hablo mucho en la cancha, me gusta ordenar y empujar el equipo”, comenta este tolimense que disfruta el descanso con los videojuegos y mirando fútbol.
Mientras, agradece la confianza que le brindan sus compañeros en este proceso de adaptación en la máxima categoría. Con el que más se comunica en la cancha es con Pepe, el capitán que, junto al arquero de turno (Bréiner o Jefersson) y los defensas, se convierten en sus aliados.
Anoche actuaba ante Junior en procura de otro triunfo en el deporte que desde los 7 años lo encaminó su padre José Iván.