Escandaloso fue el error del árbitro estadounidense Mark Geiger en el encuentro que México superó 2-1 a Panamá para instalarse en la final de la Copa de Oro.
El colegiado pitó un penalti a favor de los mexicanos a dos minutos del final de los 90 reglamentarios. Esa jugada permitió que la Selección manita igualara el encuentro y lo llevara a tiempo extra en el que marcó la diferencia a su favor.
El problema fue que Geiger se inventó la mano del panameño Román Torres pese a estar ubicado de frente a la jugada y su decisión sorprendió tanto a mexicanos como a panameños.
Tras el juego, las palabras del técnico de Panamá, el colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez, invitaron nuevamente a la reflexión en torno a la corrupción que rodea al fútbol.
Gómez reveló que pensó en retirarse de su carrera tras la sanción del penalti: “nunca jamás me sentí tan decepcionado con lo visto en una cancha y honestamente después que el árbitro pitó ese penalti pensé en retirarme de este deporte. Es de una irresponsabilidad absoluta lo sucedido”.
Las redes sociales se inundaron de videos de la insólita jugada. Incluso, diarios panameños y mexicanos sacaron titulares como “¡Maldita Corrupción!”, “¡Asqueroso atraco!”, Corrupción de oro”, “¡Perdón Panamá!”.
Andrés Guardado, capitán de la Selección mexicana y encargado del cobro del penalti, aseguró que “fue doloroso patear el penal. Por un momento pensé en botarlo”, aseguró el futbolista a un periodista de TV Azteca.
Distintos entrenadores en Colombia se solidarizaron con el técnico antioqueño que dirige Panamá. “Es una vergüenza lo que pasó. Hasta cuándo se van a presentar injusticias tan graves y que queden impunes”, indicó el estratega del Tolima, Alberto Gamero.
El también adiestrador Jorge Luis Bernal coincidió y manifestó que nunca, en sus 62 años de vida, vio cómo se le ayudara tanto a un elenco para llevarlo a la final de un torneo. “Hay que revisar bien los arbitrajes. Ese juez no debería volver a pitar. Hay que sancionarlo de manera ejemplar”, acotó.
El técnico argentino de las Águilas, Óscar Héctor Quintabani, expresó que lo sucedido fue una verdadera lástima y más después de los escándalos generados por la Fifa en los últimos meses. “Aunque la responsabilidad recae en la Concacaf, el fútbol mundial atraviesa una etapa muy delicada y estos hechos lo enlodan más. Entiendo lo que sintió Hernán (Bolillo) porque cuando trabajas bien toda una semana y por la irresponsabilidad de otro se te va al piso ese trabajo, es difícil no estar molesto y desilusionado”