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Polémica generaron las declaraciones de la saliente directora del Inder, Diana Toro, quien manifestó en el Concejo de Medellín, sobre la gestión institucional, que habían recibido la grama del estadio Atanasio Girardot en condiciones deplorables.
“Es muy triste y no me gusta sacar cosas anteriores, no es mi estilo, pero quiero decirles que era una grama que la pintaban de verde, estaba totalmente destruida, se estaba pudriendo e hicimos un trabajo con la Universidad Nacional, la intervenimos para poder rescatar el estado en el que se encontraba”.
De inmediato sus palabras generaron molestia en los funcionarios de la anterior administración, que desmintieron a la directora.
El concejal del Centro Democrático, Simón Molina, indicó que en la anterior administración se contrató el mantenimiento del gramado por concurso público.
“¿Por qué si supuestamente la cancha estaba en tan malas condiciones, en la visita de Conmebol en enero de 2020 no se presentó ninguna observación?”, se preguntó.
Además indicó que allí se jugaron, en completa normalidad, torneos internacionales.
El COLOMBIANO quiso conocer el estudio en el que se basó la funcionaria para emitir dicho concepto, pero el Inder se negó a facilitarlo pese a ser un documento de interés público, aunque la directora indicó que estaba dispuesta a ampliar la información sobre lo que dijo en el Concejo.
Sin embargo, el pasado lunes se anunció su salida y la administración municipal nombró en su reemplazo a Carlos Romero, que por ahora está en labores de empalme.
También quisimos conocer la opinión de jugadores de Nacional y Medellín, pero ninguno habló de un terreno en mal estado; al contrario, coinciden en que desde hace años la cancha del Atanasio es ejemplo para otras en las que juegan.
Farid Díaz, campeón con Nacional en la Copa Libertadores-2016, aseguró que únicamente en 2017 hubo un periodo en el que la grama no estaba bien, pero de ahí en adelante la cancha por lo general se observa en buen estado.
Responde el antecesor
Daniel Palacios, último director del Inder Medellín en la pasada administración y en diálogo con este diario, manifestó que siempre ha sido respetuoso con las personas que llegaron y con la manera en la que crean que se deben llevar las riendas de la entidad. “Sin embargo, es importante hacer algunas precisiones sobre las afirmaciones que se hicieron sobre el estado de la grama del estadio Atanasio Girardot que no son ciertas”, anotó.
Como prueba de que la gramilla se entregó en buenas condiciones, dijo que entre enero y marzo (antes de la pandemia) se jugaron partidos de los torneos colombianos y la Copa Libertadores “con absoluta normalidad”.
Durante ese período, la empresa que en los últimos 18 años hizo el mantenimiento (Cooperativa de Zonas Verdes) se mantuvo al frente de esa labor, pues el contrato iba hasta abril de 2020 (ver ayuda).
“¿Cómo puede afirmarse que equipos como Nacional, Medellín e incluso Boca Juniors jugaron en una cancha “totalmente destruida y podrida?”, preguntó Palacios, al agregar que “cuesta creer que la Dimayor y la Conmebol permitieran que se compitiera en una grama podrida, absolutamente destruida y pintada”.
En aras de ilustrar sobre el tema, el exdirector del Inder explicó que el mantenimiento del Atanasio “estaba a cargo de una empresa altamente calificada para ello luego de un proceso de selección objetiva”.
Zonas Verdes también le presta este servicio a otros escenarios del país, como el de Armenia y Bucaramanga.
Palacios añadió que este fue el primer estadio colombiano en el que los trabajos de fertilización se realizaban con un dron, además del uso de un equipo de tecnología de punta con luz ultravioleta para el control de plagas. “Sumado a ello, aprovechando la pausa de mitad y final de año, se le realizaba recuperación y revitalización que duraba entre cuatro y seis semanas”.
Puntualizó que a mediados de 2018 se realizó un cambio total del sustrato de la grama con una inversión superior a los $1.200 millones en obras que incluyeron mejoras en sistemas de hidratación de la cancha y recolección de aguas lluvias, trabajos que no se hacían desde 2010.
En efecto, según reseñó el Inder en ese momento, en junio de 2018 empezó el cambio de la totalidad de la base que soporta el gramado. “El material que soporta la grama será renovado luego de siete años y medio. En aquella oportunidad se hizo para el Mundial de Fútbol Sub 20. Si bien la grama no será cambiada, sí se debe retirar para realizar los trabajos”, anunció la entidad en un boletín.
Añadió que la inversión era de $1.150 millones y que incluía la aplicación de 1.700 metros cúbicos de arena, 8.400 metros cuadrados de tela de sombrío y 600 metros cúbicos de triturado. Además se instalarían 1.600 metros cuadrados de grama sintética. La cancha quedó con un tanque de recolección de lluvia que abastecerá el sistema de riego, lo que permite ahorros.