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3 y 2
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Tras la goleada 3-0 que le propinó América hace 42 días, Medellín necesitaba refugiarse en las pocas certezas que le quedaban en ese momento, luego de un arranque de semestre que lo mandó al fondo de la tabla.
En esa tarea de reconstrucción de confianza el Atanasio Girardot fue vital. Allí, desde el año pasado, el cuadro rojo levantó un fuerte que aún, 26 fechas después, sigue sin caer.
Pero hoy (6:00 p.m.), el Medellín vuelve a la “hostilidad” de las canchas ajenas y lo hace, ante el Cúcuta, el equipo más efectivo del campeonato, junto al Tolima (19 goles), en un compromiso adelantado válido por la fecha 16.
El equipo motilón, que viene de perder ante Nacional (1-3) en el General Santander, registra además cuatro victorias y un empate. Tiene también un promedio de gol bastante decente de 2,1 por partido en su estadio.
Es una visita riesgosa y el técnico del Poderoso, Octavio Zambrano, lo tiene bien claro. “Es un rival que ha demostrado tener lo que se necesita para jugar en una división tan difícil como la Liga colombiana (...) Es un equipo atrevido, no importa contra quién juegue. Siempre propone”, evalúa el ecuatoriano.
Claro que ni esto, ni el hecho de llevar tres derrotas en cuatro partidos como visitante este semestre, es impedimento para que en el elenco rojo crean que pueden traerse los tres puntos del General Santander. “Yo me remito a la idea de que atacar es la mejor defensa, entonces tenemos que aprovechar esas situaciones que ellos podrían darnos en ese frenesí de sumar jugadores al ataque”, anticipa.
Si la planificación del técnico Zambrano se refleja fielmente en el juego de hoy se verá un partido similar al que enfrentó a Cúcuta y Nacional el pasado sábado y que dejó un generoso saldo de 37 remates, 21 de estos bajo los tres palos. Mejor dicho, un duelo de esos que los técnicos sufren, pero disfrutan los aficionados en el estadio y hogares, que es lo que importa finalmente.
Andrés Ricaurte cumplirá hoy tres partidos de suspensión. Ante Nacional, su ausencia se notó sustancialmente. La generación de ataque del DIM fue casi nula y quedó supeditada a dos acciones a balón parado que le dieron el empate ante el cuadro verde.
Contra Envigado, Zambrano contó en el campo con otros recursos que aunque les faltan ajustes, son interesantes. La labor por los costados de Leo Castro y Diego Herazo, enlazando a Germán Cano con la labor de los volantes de primera línea y los laterales, le ayudó al equipo a generar peligro. En los costados está la solución a la falta de creación por la mitad.
“En la parte ofensiva necesitábamos mucho volumen de ataque y por los costados Castro y Herazo lo han hecho muy bien. Seguimos en evolución. Esperemos que, a medida que vayan pasando las fechas, se puedan consolidar más”, confía Cano, quien tiene “a tiro”, como se dice, los 100 goles con la camiseta roja y a lo mejor en otra noche de inspiración podría alcanzar finalmente la soberbia cifra.
De manera que al elenco antioqueño le llegó la hora de demostrar que su reacción futbolística y en la tabla de posiciones no se debieron solamente a la seguidilla de juegos que tuvo en el Atanasio, y que, ante un rival ambicioso y en su mejor momento en la Liga en muchos años, puede seguir avanzando hacia la promesa de entrar a los ocho.
Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.