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¡Bienvenidos a casa campeones! Con esta proclama los aficionados recibieron ayer a Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, entre banderas de Colombia, camisetas de la Selección y una que otra pelota de tenis, en la sede de Colsanitas Bogotá.
¡Farah regálame una foto! Fue la súplica de una empleada del edificio antes de que los deportistas entraran al ascensor antes de bajarse en el sexto piso, donde decenas de periodistas y ejecutivos de la firma que los patrocina los esperaban para felicitarlos y colmarlos de preguntas.
Iniciado el evento, el primero en tomar el micrófono fue Robert Farah para agradecer la acogida de los colombianos a su llegada al país, “reconozco que es algo que cada vez me está entrando más a la cabeza, de a poco me doy cuenta de lo que acabamos de hacer”, señaló el deportista, quien junto a su socio Sebastián Cabal y Alejandro Pedraza, entrenador del equipo, recibieron a los medios.
“Es un trabajo que lleva muchos años, ha sido arduo, de mucha disciplina, de esforzarse, en este momento aprovecho para decirle a Colsanitas que sin ellos no habría sido posible”, dijo Farah.
Cuando Sebastián tomó la palabra, el auditorio reventó en aplausos ante las lágrimas del deportista, pues señaló que aunque llora poco, el momento lo superó.
“Hace 15 año me decían que no podía volver a jugar tenis y ahora estoy aquí con este trofeo; agradezco a todos ustedes y a Robert que ha estado siempre, no tengo como pagar este cariño”.
El momento subió su emotividad cuando el médico Ernesto Martínez Lema abrazó a Cabal, a quien hace 15 años operó de la rodilla al sufrir una rotura de ligamentos que por poco lo deja sin poder cumplir su sueño de firmar su nombre en el trofeo del Abierto de Francia.
Tras la reconstrucción de la rodilla, y luego de seis meses de rehabilitación, el jugador debió esperar un año para volver a pisar una cancha.
“Hoy en día no tengo 100 por ciento de movilidad en mi pierna. Fue una historia bastante dura, bastante larga, pero que si me ponen a elegir lo volvería a hacer (la recuperación) con los ojos cerrados para poder vivir esto otra vez”, añadió el tenista.
Farah dudó
Regresando al partido, Farah revivió el momento decisivo. “Cuando pego el último tiro, que es una volea donde me cruzo al lado del revés, cuando me tiro al piso estoy con un poco de miedo de que el juez cante que pasé la raqueta por encima de la malla. Esperé 3 o 4 segundos a que el juez no dijera nada fuera de lo normal para saber que sí sucedía (ser campeones)”.
El deportista expresó que no dejaba de reírse. “Me estaba tragando el pasto de la alegría después de ser campeón”, contó y agregó que en el avión de regreso a casa estuvo viendo el match point que les dio el glorioso triunfo en su primer Grand Slam del 2019.
Aprovecharon para, cada uno, dejar un mensaje.
Por parte de Cabal, la proclama fue que lo sicológico prima por encima de cualquier cosa, “si no estás fuerte mentalmente, si no crees no tienes nada”.
De esta forma el deportista manifestó que de todos los momentos difíciles que llega a tener un partido, lo mental es fundamental, “en ocasiones se está muy cansado pero a pesar de esto así le demuestras al contrincante que no lo estas. Existe el talento, el trabajo. Pero la mente es la que mueve el cuerpo”, puntualizó Cabal.
Llamado de atención
Farah retomó su intervención para solicictar apoyo para los niños de 11 o 12 años que no tienen el dinero para viajar o el equipo necesario, “eso es lo que tiene que hacer un desarrollador, y eso es trabajo del Estado, aquí los recursos del Gobierno deben subir”.
“Primero está la salud y la educación pero de tercero va el deporte. Meter más niños al deporte hace a nuestra sociedad más linda, así muchas veces se dejará el nombre en alto de Colombia”.