Los dirigentes del voleibol nacional insisten en el proyecto olímpico que iniciaron hace más de cinco años y que está cerca de ofrecer frutos.
Tras agotar una opción en días recientes en San Carlos de Bariloche, Argentina, donde el equipo albiceleste ganó el único cupo en juego para Río-2016, el seleccionado tricolor buscará, en el repechaje, el último chance, desde el 14 de mayo.
La Federación Colombiana de Voleibol, contó el presidente Carlos Grisales, pidió la sede de este torneo en el que también competirán Puerto Rico y dos elencos africanos aún por definir. “A los sextetos de África les ganamos y vamos a dar la pelea con las puertorriqueñas. Nos estamos jugando todo”, comentó el dirigente al confirmar que la ciudad donde se realizaría es Cartagena. La organización costaría 300 millones de pesos.
El plantel, que tiene como figura a Madelaynne Montaño, quien juega en Turquía, contará con el refuerzo de la levantadora vallecaucana Mary Mancilla, quien al lado de Lorena Zuleta, vinculada a la liga de Italia, hacen del equipo criollo un serio candidato para asistir, por primera vez, a los Juegos Olímpicos.
Camila Gómez, quien fue la mejor líbero del Preolímpico en Bariloche, es otra cuota importante en el conjunto colombiano que orienta el argentino Eduardo Guillaume.
En relación con el compromiso que se viene, el entrenador Andrés Mesa asegura que no es menos fácil. “El trabajo colectivo será decisivo, además de las capacidades tácticas individuales en el servicio y la recepción”.