Feliz, eufórico, se siente a Daniel Palacio desde España. Ayer había cumplido las primeras 48 horas de su gran sueño: participar en los Seis Días del Enduro, el evento catalogado como el más importante en el mundo y el más antiguo del motociclismo.
No le interesaba que sus condiciones físicas no fueran las mejores, debido a una fuerte gripa. Ahí estaba entre 730 pilotos de 35 países que tomaron la partida. Como la mayoría, la idea del único antioqueño en la prueba es terminar.
“Era un sueño que tenía que cumplir. Terminarlo ya es todo un reto”, cuenta desde Navarra, sede del certamen. “No es solo ganar en las pistas, es buscar que no nos penalicen, cuidar la moto de algún desperfecto y si sucede, hacerle la mecánica”.
Palacio deja entrever sus ganas y su fortaleza por no dejarse vencer, ante las adversidades que se presentan a cada momento.
“Estamos bien, con ganas y muy preparados. Pero esto es a otro nivel. Es un terreno al que no estamos acostumbrados a montar: muy seco, muy árido. Por ejemplo, el primer día tuvimos temperaturas de 4 grados. Entonces todo esto son factores en contra”.
Para Daniel no es fácil estar ocho horas sobre una moto, pero vale la pena tener esta clase de experiencias que no viven muchos pilotos en el mundo. “El solo hecho de estar acá ya es ganancia. Hay que vivir el día a día y enfrentarse a emociones diferentes” .