Orientar el proceso de estimulación y formación deportiva de los niños, logrando un impacto positivo desde la parte humana y competitiva. Esa es la premisa de Wendy Cataño Escobar, la única entrenadora femenina en la rama masculina del baby fútbol de salón en el Festival de Festivales.
Ella encontró en la dirección técnica su vocación y es una convencida de que más mujeres deben dirigir a equipos masculinos.
“Acá he encontrado la felicidad y el éxito, es una alegría trabajar con niños porque puedes marcar una huella en su ser y encaminarlos a alcanzar sus metas”, dijo la entrenadora, quien participa con Copacabana del certamen que se realiza en Parque Comfenalco Guayabal.
Hasta acá su equipo está invicto producto de dos victorias que los clasificó a la siguiente ronda.
Sin embargo, más allá del aspecto competitivo, Wendy destaca la familia que han conformado, aspecto que se nota cuando celebran un gol.
Todos corren a abrazar a Wendy, a la que de cariño no la llaman “profe” sino “amiga”.
Sus dirigidos la describen como la persona más alegre, manifiestan que así estén ganando o perdiendo, siempre está con una sonrisa y un mensaje para dar.
Les insiste en que jueguen para divertirse porque su intención es verlos crecer en el deporte y que sean felices. Para ella no se necesita una fórmula mágica para hallar alegría: “Hay que creer en tus sueños, en tu potencial para que puedas ser como tu estrella, sigue buscando, sigue creyendo y no pierdas la fe en ti mismo”, dice.
Wendy es dichosa al lado de sus pequeños. Ser la única entrenadora mujer del torneo es para ella solo una casualidad, e invita a más mujeres a vincularse con el fútbol, deporte en el que se muestra como ejemplo de tenacidad y forjadora de sueños