Jamaica necesitaba urgentemente una reparación después de dos derrotas humillantes en 100 metros, las más dolorosas para la primera potencia orbital de las pruebas de velocidad.
El que se puso el traje de héroe fue Omar McLeod, campeón olímpico de 110 m vallas, quien devolvió el orgullo al atletismo jamaicano al proclamarse campeón en el Mundial, con una marca de 13.04 en la catedral londinense.
McLeod, el más rápido del año -sólo él ha bajado de los 13 segundos, 12.90- cargaba con una responsabilidad que excedía los límites de esta disciplina. Debía redimir la actuación de Usain Bolt, relegado al bronce en su despedida, y Elaine Thompson, expulsada incluso del podio.
Desde que el estadounidense Allen Johnson lo hizo en Atenas’97, ningún campeón olímpico había logrado al año siguiente el título mundial en esta prueba.
Por su parte, en la carrera que cerraba la jornada, la keniana Faith Kipyegon prolongó hasta la meta, mientras su principal adversaria se desfondaba (la holandesa Sifan Hassan), un largo esprint que le dio el trofeo de los 1.500 m con un tiempo de 4:02.59.
En la jaula de martillo, la polaca Anita Wlodarczyk, la única atleta de la historia que ha superado los 80 metros, consiguió, con 77,90, su tercer logro mundial consecutivo y extendió una racha ganadora que ya dura 41 competiciones.
Hoy se darán algunas definiciones como la de la jabalina (femenino), 400, 800 y 3.000 metros (varones).