Las exgimnastas estadounidenses Jennifer Sey y Hannah Whelan; además de Danusia Francis, que ahora compite por Jamaica; y las hermanas Becky y Ellie Downie, dos grandes estrellas de la gimnasia británica denunciaron a través de las redes sociales y en los medios de comunicación distintos abusos a los que fueron sometidas en sus carreras y pidieron un cambio en la “cultura del miedo” que, afirman, rige este deporte.
Las denuncias salieron a la luz tras el documental de Netflix Athlete A, que trata sobre los abusos sexuales del médico del equipo olímpico de Estados Unidos Larry Nassar.
El movimiento se transformó en una ola de decenas de testimonios del horror sobre abusos mentales y físicos de todo tipo en los entrenamientos y un hashtag que lo recoge todo: #gymnastalliance.
La estela ha seguido durante días en Twitter, también con muchos testimonios anónimos. Y ha trascendido al Reino Unido, con quejas que llegan de Francia y Suiza, entre otros países que muestran que el problema es general.
A raíz del revuelo que causó este tema, la Federación británica anunció una investigación. “Los comportamientos que hemos escuchado en los últimos días van en contra de nuestras normas y no tienen cabida en nuestro deporte”, afirmó mediante un comunicado. Se espera que las demás federaciones también se pronuncien al respecto.