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Tras terminar la prueba de los 100 metros S7 (incluye tipos de discapacidades como talla baja, parálisis cerebral y extremidades inferiores) y lanzar la mirada a las pantallas que mostraban los resultados oficiales, el nadador bumangués Carlos Daniel Serrano estalló en júbilo.
Con sus manos hacía chapotear el agua, se persignó en dos ocasiones, se pegaba en el pecho y sus gritos se escuchaban por todo el Queen Elizabeth Olympic Park.
Y no era para menos, ya que el hombre que sufre acondroplasia, un trastorno de nacimiento en el que no hay suficiente crecimiento óseo y provoca enanismo, terminó en el primer lugar de la competencia y con récord de campeonato, logrando, además, su tercera medalla de oro en el Mundial de paranatación que culminó ayer en Londres, Inglaterra.
Con 1,45 metros de estatura, pero con un corazón grande, Serrano, en compañía del santandereano Nelson Crispín, también con tres preseas de oro, se convirtieron en las figuras de Colombia en el certamen, y, de paso, ilusionan con mayores gestas en los Paralímpicos en Tokio-2020.
“La verdad estoy agradecido con papá Dios por tantas bendiciones que llegan a mi vida. Se sigue trabajando y mejorando. Estoy muy feliz, gracias a todas las personas que estuvieron pendientes de mí”, le dijo Serrano al Comité Paralímpico Colombiano.
Este deportista triunfó, además, en los 200 metros combinado (SM7) y en los 100 metros pecho (SB7), en los que impuso récord mundial (1.11,31). Además fue tercero en 50 metros pecho (S7).
Crispín, por su parte, de 1.35 de estatura, producto a la vez de acondroplasia, venció en 50 y 100 m libre S6 (incluye diferentes discapacidades, como talla baja, parálisis cerebral y extremidades superiores) y en 100 pecho SB6. Además, fue bronce en 200 combinado SM6 y 50 pecho S6.