Los humoristas Diego Camargo y Tato Devia acababan salir de una presentación, retiraron dinero, se dirigían al apartamento del segundo y mientras intentaban ingresar en la vivienda en Ciudad Salitre, al occidente de Bogotá, fueron abordados por los cinco atracadores que les enseñaron un arma de fuego con la intención de robar el vehículo de Camargo.
Sin embargo, los comediantes forcejearon y el vigilante del conjunto residencial logró llegar para asistir a los comediantes y espantar a los ladrones que no lograron llevarse el carro, pero sí el dinero retirado y el celular de Camargo, quien, además, recibió una fuerte golpiza que le descuadró la mandíbula.