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Fueron más de 12.000 kilómetros los que recorrió el músico clásico alemán, Benjamin Appl, en un viaje de Alemania a Argentina, justo a comienzos de este año, para realizar una investigación musical y mostrarla en un programa de televisión que combina la mirada de un viajero, mucho de documental y algo de actuación. Breaking Music 01 - Benjamin Appl se llama la producción original de Film&Arts que se verá este domingo 25 de octubre a las 10:00 de la noche. El trabajo de Benjamin fue analizar las coincidencias y otras conexiones entre el lied alemán y el tango argentino.
Antes de viajar consultó, estudió y escuchó mucho tango para tratar de entenderlo. El lied lo lleva en la sangre, mientras que la música del río de la Plata era un mundo por descubrir. Además de prepararse tenía otra labor, explicar de una manera práctica el género que él interpreta: “Los más grandes autores de Alemania como Goethe y Schiller escribieron hermosas poesías que luego, a través de grandes compositores como Schumann o Schubert, fueron incorporados a la música, eso es el lied alemán”. Ahí venía otro reto, tratar de encontrar similitudes con el tango, al inicio halló más diferencias.
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La primera fue evidenciar que su formación musical era estricta y esquemática, “en nuestro mundo lied, hay una construcción, todo tiene que estar como en una caja, se sabe cómo se debe usar el vibrato, cómo se usa el tiempo, todo está escrito”. Con el tango también hay estructura pero un espacio más abierto a la improvisación y eso cambió su percepción como músico, “encontré en el tango mucha más libertad. Los cantantes clásicos tenemos que hallar el equilibrio perfecto entre la emoción, la cantidad de emoción que se pone al cantar y además la técnica y el control. Lo que me parece maravilloso en el tango es que a veces la emoción llega mucho más lejos”.
En el programa Appl intercambia su conocimiento y recibe de vuelta el saber de un grupo de músicos tradicionales que viven el género en Buenos Aires. A ritmo de contrabajo, piano, guitarra y bandoneón asume el riesgo de cantar un tango, en alemán, y de tratar de encontrar, como él dice, “la dulce tristeza” de la canción en su interpretación. También intentó bailar, visitó al mayor coleccionista de Gardel, y aprendió “que la música es un punto de conexión diferente al de la palabra hablada”.
Conocimiento en doble vía
Appl confía en que quienes vean el programa comprendan que la música no tiene límites y que al final experimentarla es lo que genera una conexión, “espero que quienes no hayan escuchado tango antes puedan ver a través de los ojos del género y que también comprendan el lied alemán y que se trata más de emoción que algo meramente intelectual, es una forma de arte que me apasiona”.
El barítono de 38 años considera que al final la clave que muestra el programa es esa apertura y apreciación de otras culturas, de otras músicas, “y es una señal maravillosa en un momento particular como el que estamos viviendo”.
Todo el viaje fue una sorpresa, la conexión de los argentinos con el tango es algo que le gustaría se viera con la música clásica. Al final encontró más similitudes de las que pensaba, la poesía de ambos géneros y las emociones que se comparten con el público, “porque los sentimientos de las canciones no cambian, se canta sobre la pérdida, el anhelo de alguien, tantos aspectos. El amor no han cambiado ni con la tecnología ni con ningún dispositivo”.
La pandemia por ahora solo ha permitido grabar un programa, pero desde Film&Arts confirman que vendrán más: un músico clásico de Latvia que busque las conexiones con el flamenco español, por ejemplo. Lo de Benjamin fue un primer experimento, un intercambio que dejó a un alemán enamorado del tango.