Alerta naranja en el Bajo Cauca, Magdalena Medio y Urabá norte; el resto de Antioquia en alerta amarilla y 36 emergencias. Son algunos datos de esta temporada de lluvias, la segunda de 2013. Asustan, pero si se comparan con la misma época del año pasado, no son tan graves.
En 2012, a esta altura de noviembre, el Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) registraba 70 emergencias por deslizamientos, inundaciones y otras situaciones de invierno.
Las lluvias han tenido comportamientos similares en las dos anualidades: en la pasada fueron 284 emergencias en 79 municipios y en la presente van 251 en 99 municipios.
César Augusto Hernández Correa, director del Dapard, explicó que la semana pasada y esta hemos experimentado el pico más alto de esta temporada de lluvias que empezó en octubre e iría hasta la primera semana de diciembre, según su información.
Detalló que el aguacero del pasado miércoles se concentró en el Aburrá, con especial énfasis en Itagüí, donde inundó calles y propiedades de El Ajizal, Los Gómez, Viviendas del Sur y Villa Lía.
Mauricio Sánchez Silva, director de Gestión del Riesgo de Itagüí, detalló que por este evento el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo recibió 24 reportes de emergencias, pero en ninguna hubo lesionados. "Estamos haciendo el censo de familias afectadas y tenemos 48 hasta el momento; de ellas, 23 con desalojo" porque sus casas ya no son habitables, anotó.
Sostuvo que las familias evacuadas recibirán subsidio de arrendamiento de 300.000 pesos durante tres meses. Y las otras afectadas, ayudas humanitarias como mercados.
El miércoles, Juan David Agudelo, habitante del sector El Beneficiadero, de El Ajizal, vio cómo una creciente de la quebrada El Sesteadero le tumbó una pieza de la casa.
"Pasamos la noche donde un familiar que nos dio posada y hoy no sabemos para dónde irnos", dijo ayer el hombre y en medio de la tristeza, agradeció que el aguacero fue de día, pues él y su familia avistaron la avalancha y salieron para la parte alta del sector.
Juan, su esposa, sus dos niñas y su madre resultaron ilesos, pero perdieron colchones, camas y televisores. "Vivimos aquí desde hace 8 meses. Nos habían tocado varias crecientes, pero no tan desastrosas como esta", comentó Juan, quien ayer en la tarde trataba de rescatar las pocas cosas que se salvaron de la tempestad.
"No pensamos seguir viviendo en el sector; la casa quedó prácticamente volando", apuntó.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6