Un día después de su liberación, el agente de policía ibaguereño Wálter José Lozano Guarnizo, estuvo en constantes chequeos médicos en el Hospital Central de la Policía Nacional.
Mientras esperaban volver a verlo, sus familiares y su madre Inírida Guarnizo aún seguían comentando los pormenores del encuentro con su hijo y hermano.
Inírida indicó que sólo tiene palabras de agradecimiento con la senadora Piedad Córdoba, el Gobierno, los mandatarios del Tolima y el ex comandante de Policía del Tolima Julio César Santoyo "porque fueron fundamentales para que todo se diera como lo vimos ayer (domingo)", dijo.
"Así mismo, nos sentimos agradecidos con el Presidente de Brasil (Luiz Inacio Lula), porque de verdad es una labor importante y le pedimos que siga para que se dé la liberación de todos los secuestrados".
"Aunque estoy feliz por la liberación de mi hijo, siento un profundo dolor por los colombianos que todavía están en las selvas de Colombia y por sus familias, yo mejor que nadie entiendo a sus madres. Por esto, seguiremos trabajando para lograr la liberación de ellos también. En lo que pueda colaborar podrán contar con mi trabajo y ayuda incansable, pues merecemos un país sin violencia", adujo.
Esperado lo mucho...
La madre de Lozano sostuvo que su hijo y los compañeros de cautiverio los subintendentes Juan Fernando Galicia y Alexis Torres y el soldado profesional William Domínguez, fueron recibidos en el Club de Agentes de la Policía, lugar del que no podrían salir por motivos de seguridad.
Así mismo, Inírida señaló que según le han dicho, en cuanto los muchachos terminen de ser atendidos por los galenos y les sean hechos los exámenes de rigor, posiblemente podrían reunirse de nuevo con los familiares "porque fueron pocos los minutos que pudimos compartir con ellos", indicó.
Por su parte, Cristian Camilo Lozano, uno de los hijos de Walter, se encuentra ansioso por entregarle los poemas y canciones que compuso para su padre, mientras estuvo en cautiverio.
Y no sólo Cristian Camilo preparó algo especial para Wálter; su abuela María Emma Oliveros, quien reside en el corregimiento de Castilla, municipio de Coyaima, Tolima, tiene lista la lechona que tanto le gusta a su nieto.
En Ibagué ya las autoridades iniciaron los preparativos para el recibimiento de este uniformado de 35 años, que mostró a Colombia y el mundo su inmenso agradecimiento por las gestiones adelantadas para sacarlo del cautiverio.
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