Hace dos años y tres meses, pensó que el mundo se acaba para ella.
La muerte de su papá, en un accidente de cuatrimotos, la sumió en una profunda depresión; sin embargo, esa pasión que él le tenía a las motos la impulsó a cambiar de idea y a seguirle su huella: los deportes de velocidad.
Catalina Arango, empero, le incluyó otro ingrediente: el riesgo, la adrenalina, lo extremo. De ahí que eligiera los ralis que, en poco tiempo, se convirtieron en su desvelo. En la mejor forma de hacer amistades, cuenta.
Hasta el Rally TT Colombia, sus participaciones eran más de turismo, de "gomosiar". Ahora la cosa es en serio, aprovechando que se abrió una categoría para damas.
Ella, sonriente cada que habla y buscando la mejor justificación a lo que hace, se considera una apasionada de los ralis. "Hay total desfogue, es pura adrenalina y se disfruta de cada uno de los paisajes que se recorren".
Pero Cata no solo mira la parte deportiva, busca en esta disciplina renovar amistades. "Creo que lo mejor es la gran integración que se vive, la colaboración que se encuentra en cada uno de los participantes. Es como estar en familia".
A sus 21 años sabe que los carros y las motos, son el mejor complemento de su otra carrera, la universitaria. Algún día aspira verse en un medio de comunicación. Por eso le dedica amplio tiempo a sus estudios. Adelanta el segundo semestre de Comunicación Social en Eafit, porque "quiero ser periodista de deportes y dedicarme a los extremos. Ese es mi sueño".
Del evento, que arranca este fin de semana, destaca que "lo importante es que se abre una categoría para damas y que es una gran oportunidad para mostrarnos".
Reconoce que, como piloto, debe estar muy concentrada en la carretera, pendiente de la conducción. Y ahí, su copiloto, otra mujer, Manuela López, tiene un papel vital.
"Este es un deporte en el cual es muy importante un buen complemento entre piloto y copiloto. El recorrido solo se conoce minutos antes, lo que obliga a estar muy pendiente del GPS, que es algo así como la brújula que nos guía".
De lo que sí está segura es que antes, durante y en el recorrido, irradiará alegría. "Soy demasiado alegre, extrovertida, centrada en todas mis cosas, y muy sociable".
Amante también de la chalanería y los deportes acuáticos, Catalina aguarda que esta experiencia sea copiada por más mujeres.
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