A fuerza de volverme cansón y monotemático, quiero insistir hoy en la responsabilidad moral, ética y civil que tenemos los ciudadanos en la elección de nuestros gobernantes.
Quienes creen que es lo mismo un candidato que otro porque su vida aparentemente sigue igual, están muy equivocados.
O quienes votan por las propuestas populistas y engañosas no calculan que cuando se mata a la "gallina de los huevos de oro" se acaban la gallina y los huevos. Así de simple.
Urge salir a votar. Es imperativo escoger bien. A conciencia.
Hoy quiero referirme a Medellín. La ciudad viene en un desarrollo importante. Hemos avanzado en muchos aspectos. Estos procesos no se pueden detener.
Sin embargo, hiere la realidad social. Nuestra ciudad es muy inequitativa. El reto es crear empleos estables y productivos. No se trata de tirar plata a la jura, sino de permitir que todos tengamos ingresos dignos.
A la ciudad hay que unirla, integrarla. Las voces que nos llevan al odio, nos conducen a la miseria.
En fin, empleo, educación de calidad, inclusión social, trabajo a fondo, no con limosnas, por los más necesitados y un gran pacto por la vida deben ser temas esenciales. Exijámosles esto a los candidatos. Y no tanto el QUÉ sino el CÓMO.
Quiero traerles unas cifras para que ustedes vean lo que le vamos a entregar al próximo alcalde.
Tomemos el caso del Grupo EPM. Los activos hoy son de dieciocho mil millones de dólares (treinta y tres billones de pesos). El patrimonio es de diez mil quinientos millones de dólares (diecinueve mil billones de pesos).
Las utilidades proyectadas a diciembre de este año se calculan en un billón ochocientos mil millones de pesos. Y las transferencias al Municipio serán este año de ochocientos mil millones de pesos.
¿Se dan cuenta de la magnitud? si EPM no creciera en cuatro años, lo cual no es probable, multiplique esas cifras y verá de qué estamos hablando.
Sólo en transferencias de EPM, sin contar los ingresos propios del Municipio de Medellín, el nuevo alcalde tendrá para ejecutar en su cuatrienio más de tres billones cuatrocientos mil millones de pesos.
Por eso es injusto que no impactemos más a Medellín y a toda Antioquia. No olvidemos que este gran patrimonio de los antioqueños que son las EPM, proviene no solo de Medellín y su área metropolitana sino de toda Antioquia.
Si ese dinero se despilfarra en vajillas, paseos con modelos a La Guajira o financiación de todo festejo, jolgorio o piñatas del Municipio, o se reparte en compra disfrazada de votos, acabamos con la gallinita y con los huevos.
No crea en las propuestas populistas. Ellas acaban con lo que tenemos y solo sirven para el ego del que las propone. Vote, pero vote bien.
¡Ojo pues!
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