Lo primero que John * empaca en su morral cuando sale a trabajar a los campos petroleros es la estampa de La Virgen "para que lo libre de todo mal". Tras la estampa, ingresa el carné, una camisa por si tiene que cambiarse, las botas y un termo con café.
Y en la buseta que lo lleva por los caminos secos y polvorientos de Saravena, en Arauca, la saca de la mochila y la apretuja en su mano, tratando exorcizar el miedo que le infundieron los "elenos" cuando le dijeron que si viajaba al campamento en el cual trabaja para una empresa petrolera "era un objetivo militar".
"No sabemos qué hacer porque los grupos armados ilegales nos tiene prohibido viajar hasta nuestras zonas de trabajo, pero en muchas de las empresas nos dicen que hay que ir. ¿Qué hace uno pues?", dice John quien lleva dos días sin "ir al tubo", porque por los caminos ronda el frente Domingo Laín del Eln y también los guerrilleros de las Farc.
El miedo a una retención por la guerrilla ha duplicado las peticiones y oraciones para evitar un encuentro con los subversivos, más aún cuando hace tan solo cuatro días, los contratistas Yesid Francisco Galindo, Éber Arnulfo Morera, y Nelson Carreño Becerra fueron secuestrados. Los tres trabajan en la subestación de bombeo de crudo Banadía, en Saravena.
"Dígame quién sale así. A uno le da susto meterse en esos caminos porque muchas veces dejan carros con explosivos atravesados en la vía o paquetes que son activados al paso de las camionetas y ahí es donde uno pierde", comenta Jorge *, compañero de Jhon.
El temor no es infundado. El último informe de la Asesoría de Gestión y Riesgos Orlando Hernández Angarita registra, con base en informes de las autoridades, que en el primer semestre de 2013 se han presentado siete casos de secuestros por los grupos armados ilegales a trabajadores de las petroleras.
De estos, cinco fueron en Arauca con 12 personas retenidas; uno en Putumayo (dos personas) y otro en Cauca ( tres plagiados) por los guerrilleros. En el 2012, 22 contratistas fueron secuestrados y dos de ellos asesinados por el Eln.
Las cifras del Ministerio de Defensa confirman que además de los secuestros aumentaron los ataques a la infraestructura. Hasta julio 31 de este año se presentaron 127 ataques, 38 más que el año pasado en el mismo período. Estos incluyen voladura de oleoductos, vehículos incendiados, incendios provocados.
El efecto de los atentados a la infraestructura tuvo un impacto negativo en la producción de petróleo. Hace un mes, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, advirtió que en junio pasado la producción de crudo disminuyó en 3,8 por ciento al pasar de un millón 13 mil barriles (en mayo) a 974 mil barriles promedio por día.
Agregó que, no obstante, en comparación con junio de 2012, la producción de crudo creció en 4,17 por ciento.
El año pasado, estos ataques habían frustrado la meta del país de producir un millón de barriles diarios, según la Asociación Colombiana del Petróleo, que alertó entonces el deterioro de la seguridad en Norte de Santander y Arauca.
Tras una ola de atentados a mediados de 2012, el Gobierno anunció la creación de seis batallones para proteger la infraestructura petrolera y energética en los departamentos de Arauca, Catatumbo, Meta y Putumayo.
Incluso, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, indicó a principios de este año que la estrategia de seguridad se complementa con "la vigilancia de aviones no tripulados (drones) para cubrir más terreno y ante la imposibilidad de poner un soldado en cada tramos de oleoductos".
Amenazas por celular
La última amenaza del Eln le llegó a Carlos * a su celular. Entonces se bajó del bus y decidió quedarse en casa, argumentándole a su jefe que el dolor de cabeza y una fuerte gripa no le permitía "levantarse de la cama para irse a trabajar al campamento petrolero".
Ese día, el 18 de marzo de 2013, tres de sus compañeros fueron retenidos, según la autoridades, por las Farc.
"Yo les mostré el mensaje y les dije que no fuéramos, pero ellos insistieron que si no viajaban los echarían del trabajo. Además me dijeron que lo del celular era cualquier persona queriéndome hacer una broma", recuerda Carlos.
Fuentes de inteligencia militar concluyeron que los mensajes intimidatorios y llamadas extorsivas los hacen los guerrilleros desde Venezuela, donde se refugian ante la arremetida de las Fuerzas Militares.
"Con eso ganan tiempo y espacio porque la intimidación se multiplica entre los ingenieros y contratistas pues ninguno de ellos quieren vivir la pesadilla de un secuestro", cuenta el investigador.
Eduardo Cedeño, politólogo y analista del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto, explica que el secuestro de los trabajadores por el Eln "busca presionar a las compañías petroleras a que contraten mano de obra local cercana a sus organizaciones de base, y arreglen y construyan vías terciarias que beneficien a los campesinos".
Lo mismo ocurre con las Farc en Arauca y Putumayo. Una prueba data del pasado 11 de agosto, cuando fueron capturados por la Fiscalía en Cúcuta, Ocaña y Convención seis personas acusadas de integrar redes de apoyo de la columna móvil Ruiz Barí de las Farc.
Uno de l0s trabajaba para la empresa Oleoductos del Norte de Colombia S.A., contratista de Ecopetrol y, según la Fiscalía, entregaba información para cometer atentados contra oleoductos en el Catatumbo y luego contratar personal para la reparación.
Más ataques del Eln
Otro fenómeno este año es el incremento de los ataques del Eln contra la infraestructura petrolera en el oriente del país, luego de que en los últimos años se redujera sus acciones debido a la ofensiva de las Fuerzas Militares. El Ministerio de Defensa calcula que en los últimos años esta guerrilla perdió la mitad de sus combatientes y hoy tiene menos de dos mil guerrilleros.
Según el informe Balance de seguridad Nacional del Centro de Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda, el Eln también aumentó sus secuestros de trabajadores de empresas petroleras. De los 31 trabajadores plagiados entre 2012 y 2013, se le atribuyen 23 secuestros. También indica que durante el primer semestre del 2013 se registraron 58 ataques contra las distintas infraestructuras económicas del país. El sector más afectado es el petrolero.
Para el analista de seguridad Jairo Delgado, general retirado de la Policía y director de análisis del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría, "es una tendencia histórica que ante la proximidad de procesos de paz, las guerrillas intentan llegar fortalecidas a la negociación con ataques y violencia para que la sociedad reclame diálogos".
Tras conocerse que el gobierno dialogará este año con el Eln, Carlos Arturo Velandia, conocido como "Felipe Torres" cuando fue uno de los jefes del Eln, ratificó que "los elenos" mantienen una "oposición al modelo de explotación del sector energético y de hidrocarburos y será un tema seguro en su agenda de negociación".
"Les brindamos seguridad"
Para evitar este tipo de ataques y brindar seguridad a los contratistas que no han querido viajar a la zona, el general Carlos Arturo Rubiano Fonseca, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Quirón, explica que hablamos con los encargados de seguridad en las empresas y hemos hecho consejos de seguridad para recalcarles que entendemos que hay cosas que no podemos frenar como una amenaza pero les decimos que se muevan en las vías que hay suficiente dispositivo de seguridad", explica Rubiano.
El General aseguró que se les dio una escolta para que se movieran en los buses, pero los trabajadores no han querido movilizarse. Además, les pusieron a disposición transporte aéreo en la zona más crítica ubicada entre Saravena y Banadía, pero no quieren viajar, insiste Rubiano.
La vigilancia también es apoyada por el coronel Wilson Bravo, comandante de Policía Arauca, quien comenta que la situación de amenazas solo se da en Saravena. "Ellos mantienen unas amenazas sobre la gente, que aunque están diezmados, manejan unos equipos electrónicos". Según Bravo, la debilidad de las autoridades es que allá corretean a los guerrilleros pero ellos huyen a Venezuela.
John no fue a trabajar los últimos días. Otra amenaza llegada por celular le impidió volver al campo petrolero. Cuando la leyó apretujó la imagen de La Virgen y se devolvió a casa. Dice que no hay condiciones para volver a los campos petroleros n
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