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El cibercrimen aumentó en Latinoamérica, ¿cómo protegerse?

  • Según expertos, entender cómo funciona la delincuencia en la web le ayudará a no caer en ella. FOTO Colprensa
    Según expertos, entender cómo funciona la delincuencia en la web le ayudará a no caer en ella. FOTO Colprensa
11 de mayo de 2020
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Durante el aislamiento social para prevenir el contagio por coronavirus, que rige en Colombia desde el 25 de marzo, se ha incrementado la utilización de servicios web. Pagos de facturas, trámites, plataformas de difusión audiovisual y servicios a domicilio, son opciones virtuales que han estado al alcance para evitar que las personas salgan de casa. Pero que han incrementado un riesgo: el cibercrimen.

¿Cuáles son las modalidades más usadas por los delincuentes en la red y cómo evitar caer en ellas? La empresa de análisis Eset Latinoamérica presentó un informe que demuestra que las estructuras cibercriminales son cada vez más complejas y la industria del cibercrimen es una de las que más rápido está creciendo.

El documento hace un análisis sobre precios y productos en la dark web (redes que se superponen a la internet pública para evadir sus reglas) con información actualizada y nuevos servicios, como servicios de hacking, venta de exploits (software para aprovecharse de la vunlnerabilidad de seguridad de un sistema) o lavado de criptodivisas, para comprender cómo funciona el negocio de la ciberdelincuencia y cuáles son las cifras que manejan.

Un grupo cibercriminal está conformado por al menos diez personas, cada una de ellas con diferentes roles y tareas. Están los desarrolladores de malware, que se encargan de programar los códigos maliciosos, empaquetarlos y aplicar diferentes técnicas para lograr evadir la detección de los antivirus, los spammers, que se ocupan de la cadena de distribución, el equipo de infraestructura, que brindan soporte para que los servidores y las redes que utiliza el grupo permanezcan anónimas y operativas.

Por otro lado, está el equipo financiero que cobra el dinero por los servicios y productos ofrecidos, y las mulas, que permiten que el dinero recaudado llegue finalmente a los delincuentes.

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Según una investigación del FBI, en muchos casos las mulas son reclutadas mediante falsos avisos con promesas de trabajo online, puestos como agentes de pagos y transferencias, avisos que prometen ganar dinero navegando en Internet o cualquier otro anuncio que implique mover dinero y ganar una comisión.

“En este sentido, es sumamente importante estar alerta y no creer en estos falsos anuncios ni aceptar transferencias de dinero de personas desconocidas”, resaltó Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de Eset Latinoamérica.

Las mayores ganancias de estos grupos organizados provienen de la venta de productos y servicios en la dark web, como Servicios de Hacking, donde los atacantes se promocionan destacando sus habilidades técnicas y conocimientos en diferentes lenguajes de programación. Ostentan tener acceso a técnicas para cometer ataques informáticos, como exploits zero-day.

El acceso ilegal a sitios web o una organización, el precio varía dependiendo la arquitectura del sitio y de la organización. También, los cibercriminales ofrecen cambiar las notas de un alumno o el acceso a un teléfono móvil que es un poco más económico, así como el ingreso al correo electrónico y redes sociales de otra persona. La mayoría de los atacantes ofrecen trabajos personalizados, cuyo valor dependerá de la complejidad, alrededor de 250 euros la hora. De hecho, si el “problema” a resolver es urgente, se ofrece un servicio “premium” que garantiza una respuesta en 30 minutos.

Alquiler de Botnets y ataques DdoS.

En el documento, también se identificaron ofertas de ataques contra páginas web mediante grandes botnets (red de bots que se ejecutan de manera automática). Por ejemplo, hay vendedores que ofrecen dejar sin servicio un sitio web desde 89 dólares por 2 días y hasta 1 semana por 623 dólares. Además, en el sitio se pueden ver comentarios y la reputación de este vendedor, aunque teniendo en cuenta que se trata de negocios ilegales, esta reputación es dudosa. Por otro lado, se puede adquirir un paquete para el armado de una botnet propia, que incluye el panel de control, el builder (patrón de diseño) y los plugins para control remoto. Además, el servicio incluye manual de instrucciones, soporte y actualizaciones.

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Existen bases de datos con todo tipo de exploits. Algunas pueden descargarse gratis es probable que sean para vulnerabilidades ya corregidas y también se encuentran algunas más críticas que cuestan entre 0.1 y 0.5 bitcoins.

Los cibercriminales también comercializan servidores comprometidos e información de usuarios que han logrado robar. Se ofrecen servidores de cualquier país del mundo, al cual el comprador puede acceder por escritorio remoto y controlar como prefiera. Estos servidores se venden principalmente para ser utilizados para realizar ataques, guardar información ilegal temporalmente, o simplemente para realizar actividades sin dejar rastro.

Hasta fines del año pasado había en este portal casi 2.500 servidores de Brasil ofrecidos, más de 500 de Argentina, 330 en México y 250 de Colombia. Los precios rondan los 10 a 12 dólares por servidor, aunque pueden llegar a valer 15 dólares cuando el equipo cuenta con más recursos y un sistema operativo más actualizado. La mayoría de los equipos comprometidos tienen Windows Server 2008 y Windows 7, dos sistemas operativos casi obsoletos y con conocidos fallos de seguridad.

Además, se vende información de personas físicas, se puede adquirir una nueva identidad que incluye correo electrónico, contraseña, dirección, documento de identidad y hasta números de seguro social o empadronamiento. También se venden cuentas de Amazon, Paypal y otros servicios de pago online por un valor aproximado del 10% del saldo disponible en la cuenta. Asimismo, se comercializan las tarjetas de débito y crédito obtenidas a través de engaños como el phishing (engaño virtual haciéndose pasar por una persona o una empresa). Por último, además de la información robada también se ofrecen servicios de Ingeniería Social con el fin de obtener, por ejemplo, acceso a cuentas de redes sociales.

De otro lado, los servicios de lavado de bitcoin, también llamados Bitcoin Mixers, son cada vez más populares. El mecanismo es muy sencillo, dado que la cadena de bloques que almacena las transacciones en bitcoins es pública y rastreable, se ofrece realizar numerosas pequeñas transacciones entre el dinero “sucio” y dinero “limpio” de sus reservas. De esta manera se pierde la trazabilidad y continuidad de las transacciones, logrando mayor privacidad y dificultando el rastreo del dinero.

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Cómo evitar ser víctima

En estas últimas semanas, la preocupación mundial que provocó el nuevo coronavirus fue aprovechada por todo tipo de cibercriminales, quienes comenzaron a realizar campañas de todas las dinámicas existentes intentando aprovechar esta situación para su beneficio.

“Si bien los operadores detrás del ransomware (secuestro de datos) conocido como Maze comunicaban que durante la pandemia no atacarían a instituciones de la salud, otros tipos de ransomware, como Ryuk, continuaron apuntando a hospitales. Esta visión dividida también se puede ver en los foros de la dark web, donde algunos usuarios ofrecen datos y documentos relacionados a la covid-19 y consultan cómo aprovecharse de esta situación para ganar dinero; mientras que otros, a diferencia de lo que uno podría imaginarse en este tipo de sitios, proponen donar un porcentaje de sus ganancias para ayudar a quienes más lo necesitan.”, comentó Gutiérrez.

“El cibercrimen es hoy una industria millonaria en expansión y es algo que tanto empresas como usuarios finales deben tener en cuenta. Hoy en día la información de cualquier individuo tiene valor y es comercializada en el mercado negro, así como también la de grandes empresas. Conocer la industria del cibercrimen y el modo en que se manejan estos grupos criminales permite ser más conscientes del accionar malicioso y así mejorar las herramientas de protección. Hoy en día cualquiera puede ser víctima de un ataque informático o una infección de malware, por lo que contar con las medidas de seguridad básicas como un antivirus, doble factor de autenticación y los dispositivos actualizados es imprescindible.”, concluyó el Jefe del Laboratorio de Investigación de Eset Latinoamérica.

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