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Siendo La Habana la sede de los diálogos entre el Gobierno colombiano y las Farc, el Sumo Pontífice no se olvidó de este asunto. Aún en medio del proceso de acercamiento entre los pueblos de Cuba y E.U, el Papa Francisco dedicó parte de su homilía en la simbólica Plaza de la Revolución de la capital cubana a expresar su apoyo a un eventual acuerdo de paz, como vía única para dar fin al conflicto.
“En este momento me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia. Consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz”, dijo el Santo Padre ante una multitud de feligreses que acudió a escuchar su mensaje.
“Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso aquí en esta bella isla, para una definitiva reconciliación. Y que así, esa larga noche de dolor y de violencia se pueda transformar, con la voluntad de los colombianos, en un día sin ocaso y con concordia, justicia y fraternidad”, agregó.
El Papa Francisco defendió el proceso al recalcar la necesidad de que no hayan más reveses en este sentido, algo que se repitió durante la historia reciente del país. “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz”, advirtió.
Consultada con sobre la mención del Papa al proceso de paz, Sandra Borda, docente de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, aseguró que le beneficiará a Santos ese espaldarazo de la talla diplomática del Vaticano en el proceso de paz.
El apoyo del Papa en esta coyuntura mejora la posición del Gobierno, en momentos en los que busca respaldo internacional para neutralizar y reducir la oposición local a los diálogos.
En ese discurso y antes de encontrarse con Fidel Castro en La Habana, el Sumo Pontífice demostró que no solo abogará para que E.U. retire el embargo que pesa sobre la nación. En la isla ha sido enfático en su llamado a “la apertura cubana ante el mundo”, y a no caer en las trampas de las ideologías sobre sociedades en las que deberían primar las personas.
“Jesús dice que la vida auténtica es el compromiso con el prójimo, es decir, sirviendo. Esto tiene una peculiaridad. Se trata de cuidar a los frágiles de la sociedad, los rostros desprotegidos. Pero tenemos que cuidarnos de la tentación del servicio que se sirve de los otros y que beneficia a “los míos” en nombre de “lo nuestro”. Eso genera una dinámica de exclusión”, afirmó.
“Todos estamos llamados por Jesús a servirnos los unos a los otros, pero sin mirar a un lado para ver el vecino qué hace o deja de hacer. Debemos cuidarnos de la mirada enjuiciadora, y arrimarnos a la mirada transformadora. (...) El servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas”, concluyó.
Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.
Politólogo y abogado. Ni derecha ni izquierda. Política y deporte, los temas que me gustan. Viendo los toros desde la barrera.