La historia del chino Li Chuangye, marcada por la poliomielitis y la pobreza extrema, se ha convertido en un ejemplo a nivel mundial. Un compromiso a los 16 años lo llevó de las calles a la facultad de Medicina y, finalmente, a ser reconocido como un ‘médico milagroso’ en las zonas rurales de China.
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La vida de Li Chuangye, de 37 años, comenzó con un diagnóstico adverso en medio de una ambiente de bajos recursos en su familia. Nació en 1988 en la provincia china de Henan y la poliomielitis afectó severamente su movilidad desde temprana edad.
Para quienes no están relacionados con el término, la poliomielitis es una enfermedad viral muy contagiosa causada por el poliovirus que puede atacar el sistema nervioso central, provocando debilidad muscular, parálisis y, en casos graves, la muerte.
Según el portal médico especializado del gobierno de Estados Unidos, MedlinePlus, esta enfermedad se transmite principalmente por vía fecal-oral, a través del contacto con heces o aguas y alimentos contaminados.
La pobreza extrema con la que creció, lejos de doblegarlo, le forjó una determinación férrea para transformar su destino, luego de hacerse una promesa así mismo. Sin embargo, el cambio de Li, no sería ni rápido ni sencillo.
Un pacto con el objetivo de salir adelante
El punto de inflexión en la vida de Li ocurrió a sus 16 años, tras haber pasado tiempo mendigando en las calles para sobrevivir. En un acto de voluntad propia, Li Chuangye tomó una decisión radical: dejar la vida en las calles para aprender a leer y escribir.
Con el apoyo de su familia, regresó a casa y se reincorporó a la escuela, a pesar de su “edad avanzada” en comparación con sus compañeros de clase. Su dedicación fue absoluta, entendiendo que la educación era el motor más poderoso para el “cambio social” que anhelaba.
El camino académico estuvo lleno de obstáculos. Su “movilidad limitada” convertía las tareas cotidianas en grandes retos, y el “rechazo social” y los prejuicios se sumaban a su dolor físico, según contó el ahora doctor a la BBC.
“A pesar de que otros estudiantes se burlaban de mí, eso no me detuvo”, reveló contando detalles de su vida. Su “dedicación y disciplina” lo mantuvieron firme hasta que, a la edad de 25 años, fue aceptado en la escuela de Medicina.
Años después, la perseverancia lo llevó a completar sus estudios, siempre con un enfoque basado en el “optimismo y la resiliencia”, valores que tuvo que cultivar a fuerza de esfuerzo durante su camino.
Durante sus años de formación, Li descubrió una vía paralela para fortalecer su “mente y espíritu”: el alpinismo. Con él buscó “mejorar su salud física” y aumentar su fortaleza, por lo que el montañismo se convirtió en su nueva pasión.
Su primera gran hazaña fue la escalada del Monte Tai, un desafío que le tomó “cinco días y noches para llegar a la cima”, desafiando abiertamente sus propias limitaciones. Para Li, “escalar montañas” trascendía lo físico, ya que era un acto de sanación.
Al compartir su experiencia en redes sociales, el médico en formación se convirtió en una “inspiración para miles de personas”, detalló al medio británico, en especial para quienes también enfrentan discapacidades.
El “médico milagroso” de Xinjiang
Actualmente, Li Chuangye, de 37 años, ejerce como “médico rural” en Xinjiang (Sinkiang en español). Con una dedicación incansable, atiende a sus pacientes en su propia clínica, acompañado de un equipo y cuidándolos con el mismo “amor y dedicación” con el que luchó por su propia vida.