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Nicaragua inicia obras de canal con fuertes protestas ciudadanas
El ambicioso proyecto interoceánico costará alrededor de 50.000 millones de dólares,
y se estima que su construcción durará por lo menos 10 años.
En medio de tensiones con ecologistas, comunidades campesinas, que han jurado luchar hasta el “último suspiro” para proteger sus tierras, y otros sectores ciudadanos, Nicaragua da inicia hoy las obras preparatorias para construir su Canal interoceánico.
El país centroamericano prevé lograr la construcción trabajando en conjunto con el consorcio chino Hknd, propiedad del multimillonario Wang Jing.
La obra tendría un costo de alrededor de 50.000 millones de dólares, aunque ambientalistas enfatizan en que destruiría 400 mil hectáreas de selvas y humedales. En cualquier caso, la obra despega.
Esteban Ruiz, uno de los campesinos que se oponen al proyecto, aseguró a AP, que tanto él como otros cientos de miles de compañeros “no vamos a huir”, a pesar del inicio de la construcción del canal. Ruiz, de 47 años, perteneció en la década de los 80 a los contras que combatieron a los sandinistas, algo que añade aún más tensión frente a lo previsto por un gobierno de izquierda.
Uno de los temores evidentes de esta coyuntura para los nicaragüenses es si la disputa puede devenir nuevamente en contienda armada, algo que hasta el momento parece lejano. Esto porque la mayoría de los campesinos de la región han jurado defender su tierra hasta el final.
Signos que auguran lo peor
Hace semanas, los pobladores de Obrajuelo, un tranquilo poblado de pescadores en las orillas del Lago Nicaragua, apedrearon un vehículo en que iban técnicos chinos enviados a hacer un estudio del terreno. El día siguiente quemaron neumáticos en la carreta Panamericana, bloqueándola durante varias horas.
Y el 10 de diciembre, 5.000 personas marcharon por la capital, Managua en contra del canal. Observadores dijeron que fue la mayor manifestación contra el gobierno en muchos años. Todo esto pone en evidencia el creciente descontento que deja el proyecto.
El punto más polémico del proyecto es que contempla crear una enorme vía acuática sobre el poblado de Río Grande, una comunidad de 2.000 cultivadores de maíz, frijoles, plátanos y sorgo. Todo en un radio de 10 kilómetros será expropiado.
Para Víctor Campos, subdirector del Centro Humboldt, tal vez la Ong ecologista más importante de país, todo está claro. “Están comenzando el trabajo sin los estudios de impacto. Eso va contra toda práctica y pone en riesgo los ecosistemas”, aseguró a Efe.
4%
o incluso 5% crecerá en 2015 Nicaragua sin tener en cuenta el tema del canal.
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