Con el anuncio del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de sustituir al vicepresidente de Economía Productiva, el docente Luis Salas, tras solo 39 días de ejercer funciones, se evidencia la incertidumbre que hay en ese país sobre si el gobierno sabe cómo sacar a la economía de la grave crisis que la aqueja desde hace años.
“Por motivo de carácter eminentemente personal, asuntos familiares que ha venido atendiendo, el compañero Luis Salas va a pasar a cumplir otras actividades en los equipos económicos, directamente relacionados conmigo, y he decidido nombrar al ministro de Industria y Comercio, compañero Miguel Pérez Abad, nuevo vicepresidente de Economía Productiva del país”, dijo Maduro en un discurso televisado.
“Le agradezco al compañero Salas, que sé que hizo un gran esfuerzo, aguantando situaciones de carácter personal que lo seguiremos acompañando hasta su superación definitiva”, agregó el gobernante, sin dar detalles.
La decisión del chavismo se produce en un momento en que Venezuela está agobiada por una galopante inflación de tres dígitos, que el Fondo Monetario Internacional estima que podría llegar este año a 720 por ciento, además de severos problemas de desabastecimiento de alimentos, medicinas y productos básicos y una fuerte recesión que podría profundizarse por el descenso de los precios del crudo, que genera el 96 por ciento de los recursos que recibe el país por exportaciones.