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“Tenemos al pueblo, nos faltan los militares”: Fabiana Rosales

Fabiana Rosales, esposa del líder opositor Juan Guaidó, habló sobre la posibilidad de cambio en su país.

  • El nuevo presidente de la Asamblea, Juan Guaidó, su hija y su esposa Fabiana Rosales. La pareja se conoció en 2011, cuando hicieron parte de los fundadores del partido Voluntad Popular. FOTO cortesía
    El nuevo presidente de la Asamblea, Juan Guaidó, su hija y su esposa Fabiana Rosales. La pareja se conoció en 2011, cuando hicieron parte de los fundadores del partido Voluntad Popular. FOTO cortesía
17 de enero de 2019
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Cuando su esposo, Juan Guaidó, le contó que había sido elegido para presidir la Asamblea Nacional, el único poder en Venezuela que no es controlado por Nicolás Maduro, Fabiana Rosales solo le pidió una cosa: que recordara que su hija de 20 meses lo necesitaba cerca.

No lo detuvo, era consciente de la causa que ambos eligieron y que, de hecho, los llevó a conocerse en 2011, como miembros fundadores del partido Voluntad Popular. Acompañó a su esposo en su decisión de asumir las banderas de la oposición, pero a la vez intentó fijarle un límite: su libertad.

Una advertencia verosímil ante un gobierno que, según la ONG Foro Penal, tiene 281 presos políticos, entre ellos el propio mentor político de ambos, Leopoldo López. El riesgo para Guaidó, de 35 años, es incluso mayor que para el resto de opositores, pues tras la declaración de ilegitimidad del gobierno de Maduro emitida por la OEA y por los países del Grupo de Lima, el presidente de la Asamblea estaría legitimado constitucionalmente para asumir un gobierno de transición y romper con 20 años de chavismo. Rosales, quien tiene apenas 26 años, habló con EL COLOMBIANO sobre esta posibilidad.

¿Cuál es la opción de cambio que ofrece su esposo?

Para reconstruir un país hay que empezar por perdonar, pero eso no significa dejar de hacer justicia. Hay que perdonar a los que quizá nos han hecho muchísimo daño pero que hoy quieren dar el paso al frente. Para ellos, para los militares que han apoyado a Maduro, hay perdón, hay oportunidades para que hagan lo correcto y defiendan la constitución ante la que juraron en lugar de a una persona. Es momento que las Fuerzas Militares se pongan del lado correcto de la historia, con la constitución en la mano.

¿Su esposo juramentará como presidente encargado?

Estamos apegados a la constitución, hacemos el llamado a las Fuerzas Militares, pero debemos tener a la gente en la calle movilizada, pidiendo el cumplimiento. Los venezolanos ya retomamos la esperanza, ya tenemos a la gente y a la constitución de nuestro lado, solo nos faltan los militares.

De alguna forma la historia los puso en esta situación...

Sí, nos comprometimos con la causa, con el país, hace mucho. Nuestro caso es el de una generación que vivido su infancia con el chavismo en el poder. Es lo único que conocemos.

¿Qué recuerdos tiene de esa infancia?

Recuerdo ese domingo, en el que Chávez llegó al poder. Tenía 6 años y estaba en casa de mi abuela. Como a las 4 de la tarde mi madre me dijo: ‘Va ganando Chávez’. Rompí a llorar. La mirada de él me daba miedo. Después vino la votación para cambiar la Constitución en 1999 y en el mismo momento la tragedia de Vargas. Me quedaron dos imágenes: una de él hablando por televisión y otra de la gente muriendo. Luego, en 2002 vino ese revuelo en el que Chávez supuestamente había renunciado, que fue muy confuso para mí. Mi papá tomó un avión desde Caracas, donde trabajaba hasta Mérida, donde vivíamos. Él tenía miedo de que lo mataran en el revuelo de la capital. Más tarde estaba en mi cuarto de madrugada cuando escuché una voz en la calle que gritaba: ‘¡Volvió Chávez!’.

Su esposo es sobreviviente de la tragedia de Vargas, ¿es más difícil enfrentar un desastre como ese o a un régimen como el chavista?

La naturaleza no se controla y contra sus amenazas no puede hacerse nada. La naturaleza habla, son cosas de Dios, solo hay que aceptarlas. En cambio, con un régimen que no le importa la gente, que usurpa el poder y que es capaz de matar a los ciudadanos, de dejar morir la gente en la calle y en los hospitales, es necesario enfrentarlo. Es difícil, pero no imposible y al final el mal nunca vence al bien.

Es una causa peligrosa, ¿qué está dispuesta a sacrificar por ella?

Somos muy conscientes de a qué nos enfrentamos. Es un monstruo. El pasado domingo pasado, cuando unos funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia iban a detener a Juan, pensaba muchísimo qué iba a decirle a mi hija cuando me preguntara dónde estaba su papá. Nunca quisiera separarla de él, por ningún motivo... Pero con este régimen no solo hemos sacrificado cosas nosotros, los niños pierden su infancia trabajando para ayudar a su familia, la gente sacrifica su vida en las calles, aquí la gente sale a trabajar y el dinero no alcanza. Creo que en los últimos años los venezolanos hemos entendido el real concepto de libertad. Libertad es que abras el chorro del agua y te puedas bañar, que puedas ir a una farmacia y consigas el medicamento, que puedas ir a un hospital y te atiendan, todo eso es libertad. El sacrificio no es solo nuestro, es de todos los venezolanos.

¿Cómo describiría la ideología de Juan Guaidó?

Juan se ha dedicado al servicio, siempre ha dicho que no puede haber personas exitosas en una sociedad fracasada. Su ideología es el servicio a la gente y al país. Creo que en este momento los venezolanos entendimos que tenemos que estar juntos y dejar las diferencias de izquierda o derecha de lado. Nuestro enemigo no está al lado, está al frente y es la dictadura

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presos políticos mantiene el régimen de Venezuela, según la ONG Foro Penal.

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