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Un mejor desempeño de la demanda y el comercio, así como una recuperación de la producción industrial y agropecuaria en este segundo semestre, serán determinantes para que la economía antioqueña pueda crecer un 2,5 % en 2017, y ya no un 3,3 %, como previó la Cámara de Comercio de Medellín a comienzos de este año.
La menor expectativa de expansión del producto interno bruto (PIB) departamental fue anunciada ayer por la entidad, mientras el dato oficial preliminar del Dane solo se conocerá hasta junio de 2018.
De cumplirse el pronóstico de 2,5 %, se trataría del menor crecimiento del PIB regional desde 2009, luego de una moderada expansión de 2,6 % el año pasado. En todo caso, la diversificada economía paisa muestra mejores perspectivas que la nacional, que para este año solo crecería un 2,0 %, según el Gobierno (ver gráficos).
El análisis de la Cámara de Comercio tuvo en cuenta factores como el aplazamiento para 2018 y 2019 de grandes inversiones de los proyectos viales de cuarta generación (4G). Los nueve que están en ejecución en el departamento superan desembolsos de 15 billones de pesos, según cuentas recientes de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
“Ahora los proyectos están más en compra de predios, diseños definitivos y gestión de licencias ambientales. También hay algunos atrasos puntuales, así que los grandes volúmenes de obra e inversión vendrán desde el próximo año”, comentó durante su presentación de ayer la presidenta de la Cámara de Comercio, Lina Vélez.
De igual manera, en el retrovisor de primer semestre están la contracción de producción y ventas en la mayoría de subsectores industriales, la menor dinámica del comercio minorista local y la desaceleración de indicadores claves en construcción, vivienda y actividades inmobiliarias.
También la medición para Medellín del Índice de Confianza del Consumidor, de Fedesarrollo, durante todo el primer semestre se ha ubicado en terreno negativo. En ese sentido, resulta inquietante que, en el aumento de la cartera de crédito de 4,5 % al primer semestre, sea la modalidad de consumo la que más suba, precisó Vélez, quien teme un mayor endeudamiento de los hogares.
Buena parte se explica por el oro, que aportó el 27,8 % de ese total. Asimismo, hay signos de recuperación en ventas externas de industria y agro, con un avance de 5,1 % frente a igual periodo de 2016 en ambos frentes, sobresaliendo café, flores, manufacturas plásticas y productos químicos.
Por eso resulta probable superar este año los 5.000 millones de dólares en exportaciones totales, estimó Jaime Echeverri, vicepresidente de Planeación de la Cámara de Comercio. Esto sería una recuperación frente a 2015 y a 2016, pero un resultado menor a las alcanzadas en 2014.
Finalmente, el repunte de la inversión privada en esta segunda mitad de año será clave para el crecimiento de la región, pues a junio el indicador de inversión neta de sociedades solo se expandió 3 %, hasta 536.418 millones de pesos.
Entre tanto, el sector público hace su tarea con una ejecución presupuestal del Municipio de Medellín de 53,2 % de los 4,5 billones de este año, mientras la Gobernación acumula un 42,2 % de 2,85 billones (ver Dicen de...).
No se puede dejar de lado el motor de crecimiento económico que son las obras de la central hidroeléctrica Ituango, que a julio registró un avance de 73,4 % y aún le restan por invertir unos 4,5 billones de los 11,4 billones previstos, según informó EPM a este diario.
“En años recientes, hemos visto que el segundo semestre aporta cerca de un 60 % del crecimiento de la economía de Antioquia. Comercio, exportaciones e inversión tienen mejores resultados, mientras se esperan menores tasas de interés, que ayuden a reactivar el mercado de construcción”, puntualizó el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Medellín.