La hoja de ruta del sector minero colombiano tiene varios puntales: atraer más inversión, definir reglas claras para avanzar en la exploración y explotación de los yacimientos, y ejecutar reformas para distribuir mejor las regalías que el sector genera.
La viceministra de Minas, Carolina Rojas, señala que las metas del gobierno para esta actividad de aquí al año 2022 es elevar la Inversión Extranjera Directa (IED) a 6.000 millones de dólares (1.711 millones el año pasado), generar por lo menos 20.000 empleos y contabilizar 300 millones de dólares en regalías.
La funcionaria precisa que alcanzar esa IED es casi triplicar lo que se recaudó con la venta de Isagén, y con el objetivo de regalías servirían para construir unas 9.000 escuelas. “El sector tiene un gran potencial y por eso es necesario que se desarrolle adecuadamente”.
El plan diseñado para cumplir esos propósitos apunta a potenciar la producción de minerales, y en este frente se busca reactivar la industria, y en ello la Agencia Nacional de Minería (ANM) está comprometida en descongestionar los trámites y modernizarse.
Parte de ese camino pasará por la implementación del nuevo catastro minero, que estaría listo este año, y se anticipa que tendrá mecanismos de control ágiles, digitalización para las gestiones y radicación de propuestas vía web para hacerlas más eficientes.
El segundo puntal definido por el gobierno está asociado a la diversificación de la matriz minera. “Estamos alineados con la transformación energética del Ministerio de Minas y Energía. Se ha detectado potencial en yacimientos de cobre, en el país. Al mirar el mapa minero de Suramérica hay puntos que suben de Chile a Perú y se extienden a Panamá. Hoy tenemos varios proyectos en exploración, y muchos operadores interesados en buscar ese metal en Nariño, Cauca, Antioquia y Chocó”, comenta la viceministra.
Además complementará la estrategia un plan de formalización y legalización: “El reto está pendiente y lo que se busca es incluir unidades mineras artesanales e informales, para lo que trabajamos con asesorías con la idea de construir una política que arroje resultados contundentes para diferenciar a estos, de quienes practican una extracción ilegal y no quieren formalizarse”, concluye Rojas.
A su turno, Silvana Habib, presidente de la ANM, resalta que en el país hay jugadores internacionales de peso, 27 de ellos listados en la bolsa de Toronto, Canadá. La apuesta será hacerles un acompañamiento para que mantengan sus inversiones, y avanzar en las tareas de promoción para que lleguen otros inversionistas con más recursos. Parte de ese trabajo ya muestra logros, y es que el país subió 16 puestos en el escalafón de atracción de inversión minera del Instituto Fraser (ver gráfico).
El año de Continental Gold
Claudia Jiménez, integrante de la junta directiva de Continental Gold, afirma que esta empresa que trabaja en un territorio con una presencia institucional baja como es el municipio de Buriticá, en el Occidente antioqueño, ya entendió que puede apalancar el desarrollo de esa región.
Al celebrar alianzas público-privadas y trabajar en asocio con las autoridades y la comunidad, el proyecto aurífero espera estar en plena operación en 2020.
El lunes, la compañía mediante un comunicado informó que obtuvo 175 millones de dólares, mediante un paquete de financiamiento, que utilizará para la construcción y operación de la mina.
Parte del dinero, 75 millones de dólares, corresponde a un préstamo de Newmont y otro inversionista, que podría convertirsen en acciones de la compañía. En ese caso Newmont aumentaría su participación accionaria en Continental Gold, pasando de un 19,9 % al 28 %.
Los 100 millones de dólares restantes se reciben de una negociación que se adelanta con Triple Flag, una firma relacionada con compras anticipadas de oro y plata. “De esta manera, Triple Flag adquiere el 2,1 % de la producción de oro y el 100 % de la producción de plata de Continental Gold”, se lee en el texto.
Además, se señala que los recursos ofrecidos por Newmont, y el inversionista adicional, son de disponibilidad inmediata, mientras que los recursos de Triple Flag están sujetos a ciertas condiciones de garantía de pago que se culminarán en las próximas semanas. “Esta es una gran noticia y una muestra de confianza para la inversión en el sector minero del país”, cometa Luis Germán Meneses Villegas, presidente de la empresa minera (ver Paréntesis).
Más impulso
En este entorno, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), asegura que las movidas de inversión muestran apetito por el sector.
El dirigente destaca que el aporte fiscal de la minería, que pesa 2 % del Producto Interno Bruto (PIB), genera impuestos por unos 5 billones de pesos, y por el lado de las exportaciones participa con el 30 % del total de lo que se vende en el exterior. Nariño recuerda que en 2018 la industria decreció 6,6 %, en parte por las decisiones judiciales.
Pese al ascenso en el escalafón de atracción de inversión minera, el presidente de ACM sostiene que será clave lo que ocurra con la Ley de concurrencia y coordinación, para que “las reglas sean claras en cómo la minería va a conversar con los territorios, no para vetar las iniciativas sino para concertar como ejecutarlas”.
Será esencial reformar la Ley de regalías para que los recursos se distribuyan adecuadamente. Sugiere que en zonas con potencial y en las que se realicen trabajos de exploración se distribuyan regalías, para que esas comunidades sientan desde el principio los beneficios de la actividad.
Y otro factor que debe definirse es la Ley de consultas previas, pues por cinco años se viene trabajando en el asunto sin que se concrete el mecanismo.