Después de padecer en 1999 una quiebra económica familiar, cuando su padre como trabajador de Enka de Colombia vivió en carne propia la crisis de la empresa, los hermanos Andrés Felipe y Diego Cortés se fueron a Pasto a buscar oportunidades.
En ese entonces tenían 13 y 11 años de edad, respectivamente, pero junto a sus padres comenzaron una nueva vida en la capital nariñense, gracias a la invitación de un tío.
No importó que tuvieran que trabajar fines de semana mientras terminaban el bachillerato, la meta era volver a Medellín y ayudar a sus padres.
Después de cinco años, Andrés, el mayor de los dos, regresó con el título de bachiller. Tocó puertas en el mundo laboral y empezó a trabajar en Anillamos. Un par de años después se trajo a su hermano Diego para la misma empresa. Allí laboraron en bodega, como mensajeros en largas jornadas, fines de semana y festivos. La inspiración siempre fue el valor familiar.
Aprovechando un reacomodo de la empresa salieron de allí y hace 7 años comenzaron su empresa, Termiexpress, con 4 millones de pesos de ahorro y una maleta cargada de experiencias y sueños.
Esta famiempresa, dedicada a los acabados litográficos, no solo les dio empleo a ellos. Empezaron a contratar personal y a punta de calendarios, cuadernos, agendas, carátulas, anillos para argollar, productos que comercializaban en bus, en bicicleta y a pie, los llevó a ganar el Famiempresario del Año 2016, que entregó la Corporación Interactuar la semana pasada, en Medellín.
Los hermanos Cortés, ya con 28 y 30 años, generan 10 empleos fijos, más 15 temporales, pero la cifra se duplica en época de fin de año. “Para crecer tuvimos que prestar 15 millones de pesos, pero teníamos claridad en qué usarlos y los pagamos en seis meses”, destacó Diego.
“Ha sido la evolución como empresarios. Ya tenemos un jefe de producción, asistente de gerencia, secretaria, dos mensajeros y confiamos en seguir creciendo fuerte para cerrar este 2016 con ventas por 1.500 millones de pesos”, añadió .