En su intervención durante el Gran Foro Perspectivas Económicas: ¿Qué le espera a Colombia en 2026?, Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, advirtió que varios factores están complicando la reducción de la inflación en el país, que se ubica actualmente en el 5,51%, entre ellos el aumento desbordado del salario mínimo, la situación fiscal y el crecimiento acelerado de la demanda interna.
El funcionario explicó que la inflación básica pasó de 4,77% en mayo a 5% en los últimos meses, pese a la apreciación de la tasa de cambio. “El aumento (desmedido) del salario mínimo se ha vuelto una costumbre desde finales del gobierno anterior, y en este gobierno ha sido sistemáticamente muy alto. Esto hace la vida más difícil para bajar la inflación, de eso no cabe la menor duda”, señaló.
Y es que, de acuerdo con Villar, el ajuste salarial en 2025, incluyendo auxilio de transporte, superó las expectativas iniciales, se ubicó en el 11% y generó un entorno más complejo para las perspectivas de baja inflación del Banco de la República y de los analistas hacia finales de 2024. Además, anticipó que el aumento proyectado para comienzos de 2026 seguirá una magnitud similar, manteniendo presión sobre los precios.
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Déficit fiscal creciente
El segundo factor es la situación fiscal, que Villar calificó de sorpresa y cambio importante. El déficit del país se ha disparado, pasando de metas iniciales de 5,2 % del PIB en 2024 a un estimado superior al 7 % del PIB. “Es un impulso fiscal enorme, un aumento en el gasto no previsto y no financiado suficientemente con impuestos. Esta decisión se ha consolidado como más persistente de lo que se pensaba al inicio”, explicó.
El gerente del Emisor recordó que la suspensión temporal de la regla fiscal por tres años y el crecimiento de la deuda hacen que cerca de un tercio de los impuestos que pagan los colombianos se destine al pago de intereses. Además, el déficit primario se estima en 2,4 % del PIB, frente a un objetivo cercano a cero. “Si este déficit aumenta más de lo previsto, la deuda crecerá más rápido y los pagos de intereses consumirán una parte aún mayor de los impuestos”, advirtió.
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Crecimiento acelerado de la demanda interna
El tercer factor que complica la inflación, según el gerente de BanRep, es un crecimiento mucho más rápido de la demanda interna de lo previsto, superior al 4% real en los últimos cuatro trimestres, según datos del Dane. Villar explicó que este impulso proviene de remesas, bonanza cafetera y estímulos fiscales, los cuales multiplican la demanda en la economía.
“En el corto plazo, esto estimula el consumo y genera crecimiento, pero no necesariamente es sostenible. Cuando la demanda crece más rápido que la producción, que se espera en 2,6% para 2025 y 2,9% para 2026, se generan presiones inflacionarias y desequilibrios en el balance comercial, porque las importaciones crecen a doble dígito mientras las exportaciones permanecen estancadas”, señaló.
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