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La alternativa de sectores específicos que se abren a los emprendimientos de base tecnológica del país (startups) cada vez es más diversa, lo que confirma la potencia de la innovación abierta, con iniciativas de alto valor agregado que surgen desde las regiones para resolver desafíos nacionales y globales.
Esto es una muestra más de la madurez que tiene el ecosistema de innovación y emprendimiento del país, porque ha ido creciendo y consolidando una oferta y demanda más competitiva, que busca más eficiencias.
Así mismo, en medio de tantos términos en inglés, varios nichos comienzan a ganar protagonismo y además tienen su propia denominación, con un prefijo en dicho idioma, sumado al sufijo tech, que representa las iniciativas basadas en tecnología de alto impacto. Por ejemplo, Insuretech (seguros), Fintech (financiero), Proptech (inmobiliario), Energytech (energía), Wastetech (residuos), Watertech (agua) y Govtech (Gobierno).
Cada uno de estos segmentos tiene su propio entorno de desarrollo. Precisamente, este artículo quiere profundizar en el significado de GovTech o Government Technology, por su denominación en inglés. Para qué sirven estos emprendimientos de alto impacto, cómo trabajan con las administraciones públicas e incluso, las scaleup (empresas que ya han logrado facturar un millón de dólares), también cómo se insertan en los ecosistemas de innovación y se articulan con entes públicos en los países.
Este concepto (GovTech) se trata de la interrelación entre el sector público y los emprendimientos para que juntos encuentren maneras de resolver desafíos desde la tecnología y sean aplicados en procesos específicos, que no solo potencien la transformación digital, sino que sean escalables, generen mayores rendimientos, mejores procesos y mayor bienestar.
La agencia de innovación y emprendimiento del Gobierno Nacional (Innpulsa) describe la aplicación de soluciones Govtech en aspectos como infraestructura digital, provisión de servicios, gestión pública, calidad democrática y regulación inteligente, todo enfocado en lograr mayor agilidad y mejores servicios al ciudadano.
Aunque esta innovación abierta es más común en el sector privado, que invita a terceros para encontrar respuestas a sus retos, ahora el Gobierno con la Ley de Emprendimiento fomenta esta forma de cocrear.
Entre sus ventajas se destacan: una mejor preparación por parte de los emprendedores para implementar procesos de experimentación, mayor capacidad de escalamiento a otros sectores con las soluciones creadas, mayor capacidad de desarrollar y ofrecer productos y servicios altamente especializados.
“La innovación abierta habilita a los gobiernos para que también sean más empáticos de cara a los ciudadanos, más participativos al involucrar mayores capacidades para resolver sus desafíos, acceder a tecnología de vanguardia y aumentar los índices de transparencia en su gestión”, indicó Ignacio Gaitán, presidente de Innpulsa.
Precisamente, dentro de dicha agencia existe MiLAB, que es un laboratorio de innovación pública que se enfoca en abordar desafíos complejos para explorar y probar alternativas que permitan aprender y operar con mayor eficiencia desde el Estado. Es otro mecanismo que conecta al Gobierno y sus necesidades de transformación digital con emprendimientos y pequeñas y medianas empresas (pymes), que hacen uso de tecnologías como analítica avanzada, inteligencia artificial, blockchain, internet de las cosas, realidad aumentada, robótica, entre otras.
Govtech es una especie de gestor y promotor de ecosistemas, aclarando que gobierno y emprendedores públicos no son los únicos actores relevantes, sino también los demás grupos de interés involucrados en los ecosistemas de innovación, como la gran empresa, los inversionistas y la academia.
En este orden de ideas, los emprendimientos que cuenten con una solución basada en alguna tecnología disruptiva pueden postularse en www.innpulsacolombia.com /milab/mapeo-govtech, donde se envía el link de un video de menos de dos minutos, en el que cuenta lo más importante de la solución que proveen, además se debe diligenciar un formulario de registro para ser tenidos en cuenta.
Desde MiLAB se tienen mapeados alrededor de 80 emprendimientos con oferta tecnológica que pueden interactuar con el Estado. “A partir del diálogo con ellos, se ha identificado que la mayoría tiene de clientes principales son corporaciones y usuarios directos, pero aún no tienen muy claro su modelo de operación con el Gobierno (B2G). Otro tanto opera con modelos de negocio mixtos, combinando clientes privados y públicos, y muy pocas tienen exclusivamente clientes públicos (modelo B2G puro)”, resaltó Ana María Quiroz, directora del laboratorio.
De ahí que la labor de esta dependencia consista en acompañar a todas estas empresas en etapa temprana para definir un mejor modelo de negocio para el sector público y desarrollar prototipos funcionales.
Escogencia de startups
Es de anotar que primero el laboratorio acompaña a las entidades públicas en la efectiva caracterización de sus retos de transformación digital. Este ejercicio consiste en entender su problemática desde actores internos y externos, luego el levantamiento de especificaciones funcionales de la solución esperada. “A partir de este ejercicio, establecemos para cada entidad una ruta de acción estratégica que nos permita conectar esos retos con el ecosistema de emprendedores tecnológicos del país”, agregó Quiroz.
Así las cosas, una vez identificada la solución que da respuesta al reto, esta es acompañada por el equipo del laboratorio para emprender un proceso de fortalecimiento técnico y tecnológico. Esto se hace para llevarla a un nivel más óptimo de lo esperado por la entidad pública. Una vez superada esta fase, ambos actores (emprendedor y entidad pública) son acompañados en un proceso de adquisición e implementación que pueda hacer uso de la herramienta de Compra Pública Innovadora.
Algunos de los criterios para la selección de soluciones, teniendo en cuenta que puede variar de acuerdo con cada reto, son: 1. Viabilidad y capacidad de escalar (equipo, recursos, modelo de negocio). 2. Relevancia y pertinencia (impacto) para la población objetivo. 3. Uso de tecnologías exponenciales. 4. Alcance en población a cubrir.
La otra mirada la tienen los emprendimientos que usan tecnología de vanguardia, como Dataknow, una startup paisa liderada por Carlos Murillo, un ingeniero de sistemas con 13 años de experiencia y que desde hace tres se interesó por aprovechar el potencial que brindan los datos. Junto a matemáticos y estadistas comenzó esta plataforma que incluye un conjunto de herramientas y soluciones analíticas en la nube (técnicas avanzadas de análisis de datos, machine learning e inteligencia artificial)
“Creemos en el poder de los datos para transformar el mundo, creemos en la analítica de ellos y cómo se pueden aprovechar. Buscamos que nuestros clientes los rentabilicen, saquen dinero de ellos, independiente del sector económico al que pertenezcan”, comentó Murillo.
Por ejemplo, desde lo público pueden tomar datos de los hurtos en Medellín y después procesarlos para identificar patrones específicos, dado que los delincuentes tienen algunos comportamientos repetitivos. “Es mucha información para analizar que solo se puede hacer a través de la ciencia de datos. Así es que entregamos valor”, añadió.
Otro caso lo tiene Arkangel AI, de Villavicencio, un software de inteligencia artificial para la detección temprana de 31 enfermedades a partir de la visualización de imágenes diagnósticas. José Zea, uno de sus cofundadores, explicó que suben una imagen diagnóstica a la plataforma y en pocos segundos por medio de algoritmos puede identificar hasta 30 patologías.
Se desarrollan en tres verticales: enfermedades respiratorias (placas de tórax), enfermedades oculares y enfermedades parasitarias (malaria). Son multicanal, trabajan con redes de hospitales públicas o privadas, EPS, farmacéuticas del país y del mundo. Detectan enfermedades de forma remota 20 veces más rápido y ahorran 40 horas de trabajo a los médicos al mes. Ya tienen tres años en el mercado.
Otro ejemplo de Govtech es Ipixel, de Bucaramanga. Se encarga de la detección de fugas de dinero en el sector salud, principalmente, en subsidios que otorga el Estado a la población afiliada a las EPS. Esto permite evitar el daño fiscal de los recursos destinados para tal fin y lo hacen mediante el uso de tecnología y apoyo profesional especializado.
Igualmente, está Kishron, de Popayán, una plataforma de innovación pública digital que simplifica la gestión de las estrategias y componentes normativos que regulan el plan anticorrupción y atención al ciudadano, realizando rápidamente una transición a la nube y así optimizar la gestión del riesgo de corrupción, mapa de riesgos, racionalización de trámites, mecanismos para mejorar la atención al ciudadano, entre otros.
Y finalmente, está Xertifi, de Bogotá, que cuenta con una herramienta de gestión documental masiva que permite crear canales de comunicación seguros entre distintos actores. Mediante su solución, automatizan la emisión de certificados ofreciendo una billetera digital para almacenarlos, lo que permite la verificación gratuita e instantánea.
De esta forma, las soluciones digitales que buscan transformar el sector público de Colombia poco a poco ganan espacio, donde Innpulsa es consciente de la necesidad de establecer mecanismos de financiación para ellas y así se fortalezca más el ecosistema de cara al potencial nacional en esta industria