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Juego limpio financiero se abre espacio en Colombia
La Dimayor confirmó que ya se están realizando estudios para un nuevo modelo de vigilancia al fútbol, que se espera esté listo en dos años.
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El Fair Play Financiero, que busca que los clubes de fútbol no gasten más de lo que reciben, ya avanza en Colombia. Asesores de la Liga de España adelantaron el proceso con el 80 % de los equipos profesionales. El reto más grande es el autocontrol y la vigilancia en los clubes que todavía fungen como anónimos. FOTO sstock
26 de febrero de 2020
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Maradona fue tan importante para el fútbol que hasta cometiendo faltas al reglamento hizo historia. “El temperamental dios del fútbol mundial ha disparado contra sí mismo con el pulso firme y la puntería de los seres sobrenaturales, pero hasta ahora sus balas han sido de salva”, dice Juan Villoro, escritor mexicano, en el perfil El dios que trató de suicidarse, en el que describe al argentino cómo el único de ese deporte capaz de hacer de lo no ético algo extraordinario.
El gol con la mano de Maradona a los ingleses en los cuartos de final de la Copa del Mundo de México 1986 fue la punta de lanza para que la Federación Internacional del Fútbol Asociado (Fifa) iniciara con la campaña Fair Play, que ha hecho que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, estrechen manos en signo de respeto y cordialidad, muestras de lealtad que también deben ser evidentes en los libros de contabilidad de los clubes.
Desde 2011 la Fifa ha venido trabajando para trasladar las lecciones del mal comportamiento de Maradona en la cancha a las finanzas del fútbol, en un plan que se ha conocido como Fair Play Financiero, iniciativa que ha expuesto las prácticas anticompetitivas en un deporte que según Gianni Infanito, presidente de la Fifa, genera al año 200.000 millones de dólares, y “en eventos como la Copa del Mundo de Rusia puede generar hasta un millón de puestos de trabajo”, dijo en el pasado Foro Económico de Davos.
Casos emblemáticos
El más reciente sancionado en esa materia fue el Manchester City por incumplir parte de las reglas que dicta la normativa. Para hacerse a una idea, el Fair Play Financiero busca que los equipos puedan ser autosostenibles; es decir, que los costos de funcionamiento no sean asumidos por inversiones esporádicas de terceros y que los gastos no excedan a los ingresos (ver Para saber más).
La Fifa precisamente encontró que el equipo inglés exageró sus ingresos por patrocinio, así como la información entregada sobre el punto de equilibrio en reportes presentados ante la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (Uefa) entre 2012 y 2016.
Por esa “infracción grave” el equipo fue obligado a pagar una suma cercana a los 35,2 millones de dólares y la prohibición de participar en competiciones extranjeras por los próximos dos años.
Este no ha sido el único caso de sanciones emblemáticas: al Galatasaray de Turquía (actual equipo de Falcao García) le impusieron sanciones en 2016 por inflar el salario de sus futbolistas. Al mismo Manchester City y Paris Saint Germain los multaron en 2014 por irregularidades, aunque en esa ocasión solo se les castigó con un pago de 65,1 millones de dólares y la prohibición de contratar jugadores.
El modelo en Colombia
Pues bien, esa idea de contar con una figura capaz de controlar el movimiento financiero de los equipos y hacer un estudio juicioso para concluir si los clubes en Colombia son o no autosuficientes financieramente son los objetivos que tiene la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor).
En diálogo con EL COLOMBIANO, Jorge Enrique Vélez, presidente de la agremiación, aseguró que el proceso está “muy adelantado” y se espera tener toda la infraestructura montada para que en menos de dos años el país cuente con esta figura. El anuncio se daría en las próximas semanas.
“Ya hicimos la primera parte, tenemos la asesoría de la Liga Española. En los estatutos de la Dimayor ya quedó establecido y votado por los equipos. El paso a seguir es que en marzo lleguen asesores de España para hacer la estructuración. Llevamos estudiadas las finanzas del 80 % de los equipos en el país”, explicó Vélez.
El cambio es significativo para el negocio del fútbol en Colombia por varias razones: primero porque ayudaría a fiscalizar los gastos y tener un manejo más cuidadoso de las finanzas, además, según Vélez, serviría para estabilizar las arcas de los clubes.
Datos de la Superintendencia de Sociedades, con cierre a 2018 (los más recientes), dan cuenta de que las pérdidas de los 36 equipos del fútbol profesional colombiano llegaron a los $62.900 millones (una caída de 1.476,7 % frente a lo que se dio en 2017).
Para Carlos González Puche, presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), el gran reto es saber cómo se van a autorregular estas instituciones deportivas.
“En Colombia existe el marco normativo para que los clubes sean serios. La Supersociedades los controla en ciertos aspectos y existe la Ley 1445 que regula su funcionamiento. Lo que hay que hacer es que se cumpla con la legislación, pues, de lo contrario, vamos a seguir en las mismas. La norma dicta que un equipo que tenga deudas vencidas no compita en el país, y eso es algo que no se controla”, explicó González.
Punta pie inicial
Francisco Reyes fue superintendente de Sociedades entre 2014 y 2018, y bajo su dirección se llevaron a cabo avances en materia de seguimiento a las cuentas del fútbol en Colombia, empezando por el informe anual del ejercicio financiero de los clubes.
Reyes le dijo a EL COLOMBIANO que en su periodo en la entidad se dio el primer paso para fijar los estándares de seguimiento para sentar las bases de una suerte de Fair Play Financiero.
Durante 2018, en un hotel en las inmediaciones del aeropuerto José María Córdoba de Rionegro, el equipo de la Supersociedades le presentó una propuesta de proyecto de ley a la Federación Colombiana de Fútbol para dar ese avance.
“En ese momento tanto las directivas del fútbol local, como los presidentes de los equipos, lo vieron con buenos ojos. Representaba una oportunidad para hacer de las finanzas un tema estructural y sólido, pero no recibió la acogida en el Congreso, y se dilató su discusión”, contó Reyes.
Añadió que la propuesta que ahora sigue tramitando la Dimayor será positiva y funcionará siempre y cuando la voluntad de los clubes profesionales pase de las palabras a la acción, con la entrega detallada de sus estados financieros. “Hoy todavía existen equipos que están bajo la figura de personas jurídicas anónimas, eso dificulta el control”, añadió Reyes.
Precisamente otro de los retos será el de concebirse como un libro abierto, sin temores a ser analizados en cada uno de los puntos sobre los que se construyen sus finanzas, recelo que para González es todavía grande en el país. Tesis que no comparte Vélez, presidente de la Dimayor, pues “la situación ha cambiado considerablemente; los clubes están dispuestos a dar el paso”.
Vélez le dijo a EL COLOMBIANO que el esquema que operará hacia 2022 contará con una especie de veedor –se llamará director de control–, y que garantizará transparencia por ser una figura independiente a esas entidades. Su trabajo será el de fiscalización base en las reglas que dicta la Fifa (ver Paréntesis).
Además de estos puntos a superar, Enrique Camacho, presidente de Millonarios, llama la atención en que será un proceso que todavía se tome un buen tiempo. La razón: debe ser un cambio que se haga de manera unificada, y si bien hay unos equipos muy adelantados, otros hasta ahora empiezan.
“Un paso que hace falta dar, por ejemplo, es que reporten sus movimientos financieros bajo las Normas Internacionales de la Información Financiera (Niff), nosotros en Millonarios ya lo hacemos, pero es un tema que gasta tiempo y esfuerzo”, recalcó Camacho.
Los detalles de la implementación del Fair Play Financiero se empezarían a conocer en marzo. La Dimayor le confirmó a este medio que el plan no representa gastos monetarios adicionales en la gestión de los clubes.
12,6 %
cayeron los ingresos operacionales de los 36 equipos entre 2017 y 2018.
443.400
millones de pesos fueron los pasivos de los clubes del fútbol local a cierre de 2018.
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