Con la aplicación de la Ley 1816 de 2016 o Ley de Licores, a partir del próximo primero de enero, aumentarán en un 19 % los recursos que recibirán los departamentos, para apalancar la salud y la educación.
Según la ministra de Comercio, María Claudia Lacouture, con la norma “se genera equidad tributaria y se fortalecen las finanzas regionales que podrán destinar más recursos para la salud y educación de los colombianos”.
La funcionaria insistió en que la nueva regla permite equilibrar las cargas tributarias entre los licores nacionales e importados, porque los más costosos serán los que paguen más impuestos.
De acuerdo con la ley, se tendrán en cuenta dos componentes para definir el nivel de tributación: uno basado en los grados de alcohol de la bebida y otro basado en el precio final del producto.
La tarifa del componente basado en los grados alcoholimétricos para licores como el whisky será de 220 pesos por cada grado de alcohol y para los vinos será de 150 pesos por cada grado. Y el componente basado en el precio final del producto, será del 25 % sobre ese precio para los primeros y del 20 % para los vinos.
Según la Federación Nacional de Departamentos, el recaudo por este concepto pasará de 1,4 a 1,8 billones de pesos.
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