language COL arrow_drop_down

“Los proveedores de alimentos perdieron su plata”, denuncia el agente liquidador de Justo & bueno

En resumidas cuentas, el encargado confirmó que la plata de la liquidación no alcanza para tanta gente.

  • Los pasivos de Justo & Bueno para el momento de la liquidación se acercaban a $1,7 billones. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ
    Los pasivos de Justo & Bueno para el momento de la liquidación se acercaban a $1,7 billones. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ

Con la liquidación de Justo & Bueno, quedó en veremos la suerte de los públicos afectados, especialmente los arrendadores y proveedores, quienes estaban en la cola de las prioridades al momento de responder por las deudas que quedaron con el cierre.

Darío Laguado Monsalve, el liquidador de la compañía, dijo a Blu Radio que “la nómina de 5.800 trabajadores fue degradándose a 4.000 y luego a 3.000. Ese día, 4 de agosto (cuando se ordenó la liquidación), todos quedaron cesantes. Pero esa situación no hay cómo pagarles. Hemos pagado, de cuentas laborales, $6.000 millones a 3.700 trabajadores correspondientes al mes de mayo”.

“Queda una cola muy grande, de unos $180.000 millones. Muy fácil arreglar el problema si uno piensa en las 1.057 tiendas que tenía en funcionamiento, con la mercadería y funcionamiento. Pero no ha sido así, porque el cierre repentino generó una realidad muy compleja”, señaló.

El agente liquidador sostuvo que no hay caja para ponerse al corriente con los acreedores y mencionó que la pérdida de la cadena fue “gigantesca”. “Hay 15.000 reclamaciones, con proveedores de toda naturaleza, entre ellos tecnología y combustibles. Y pienso que todos los proveedores de alimentos perdieron su plata, no hay ni un solo peso para pagarles. Ese grupo de empresarios tiene razones para estar enojado. Y en arriendos, que el inquilino le deba a los arrendadores 22 meses estaría enojado. Formalmente, presentaré el estado de cuentas el 15 de enero y se confirmará que el desfalco es cercano al billón de pesos”, resaltó.

La liquidación de Justo & Bueno se ordenó en agosto de este año tras meses de expectativa ante posibles inversores interesados en rescatar la cadena. El auxilio financiero nunca se concretó y el negocio cerró teniendo unas deudas cercanas a los 1,7 billones. Tras su cierre, dejó más de 1.000 locales en toda Colombia

Rafael Felipe Gómez, experto en derecho comercial de la firma Deraíz Abogados, le había dicho a este diario que “hay que tener en cuenta que la afectación económica de una liquidación es de magnitudes considerables. Especialmente para una cadena como Justo & Bueno, que tiene un número significativo de empleados y acreedores”.

El jurista había explicado que, en este caso, se haría una sumatoria para conocer el valor total de los activos (bienes pertenecientes a la compañía con los que se cubriría la deuda) y hay unas obligaciones que tendrán prevalencia.

“Las primeras contingencias que se tendrán que cubrir son aquellas relacionadas con lo laboral y lo tributario. Una vez se agoten esos temas, pasamos a los tipos de garantías, como las hipotecas que se hubieren constituido”, detalló Gómez.

“Luego —agregó— llegamos al final, que es donde lamentablemente se van a terminar encontrando los acreedores, porque estos entran a ser el grueso de la deuda y muchas veces no alcanzan a ser cobijados con el activo total de la sociedad y quedan en vilo, pero la ley dice que la sociedad responde sobre el límite de su patrimonio”.

Juan Camilo Quiceno Ramírez

Soy afortunado porque me gano la vida haciendo lo que amo. Fanático de la salsa brava y los timbales. Amo a mi familia.

Te puede interesar