El ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), cuyo trámite formal empezó en mayo de 2013, se sigue haciendo esperar.
Tras la reunión del Comité de Comercio de la Ocde, ayer en París, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó que el proceso sigue avanzando y que se mantiene el objetivo de que Colombia ingrese a la Organización antes de que termine el mandato del presidente Juan Manuel Santos (ver Paréntesis).
Mientras se concreta en qué momento el país será acogido en el seno de la Ocde, Luis Fernando Vargas Alzate, docente de Negocios Internacionales de Eafit, recuerda que algunos sectores productivos del principal socio comercial de Colombia, Estados Unidos, han cuestionado ese ingreso.
“La principal fuerza opositora viene de los sindicatos y uniones laborales de ese país. Pero, desde la perspectiva canadiense y de la Unión Europea se han hecho reparos al tema de propiedad intelectual”, comenta.
Detrás de los cuestionamientos, según el catedrático, están los grandes grupos farmacéuticos que propenden por una legislación aperturista en los países miembros de la Ocde y que no existan trabas a la inversión e ingreso de esas firmas.
A su turno, Giovanni Reyes, investigador de la Universidad del Rosario, agrega que también hay críticas por el funcionamiento de las instituciones. “No ayudan para nada los problemas de corrupción en la justicia (cartel de la toga); y tampoco aporta el fenómeno de violencia selectiva”.
Desde la óptica de Álvaro Zerda, profesor de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, la Ocde como un ente multilateral defiende a las empresas de sus países socios. “Hablamos de compañías que se mueven en sectores claves como el farmacéutico, en el que Suiza ha interpelado a Colombia”.