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Las imágenes de ciudadanos colombianos, con sus pertenencias al hombro, pasando el río Táchira en la frontera entre Colombia y Venezuela, encendieron las redes sociales. El 21 de agosto, el Presidente Nicolás Maduro declaró estado de excepción, es decir, suspendió las garantías constitucionales como el derecho al libre tránsito y cerró indefinidamente la frontera.
Al respecto, en Twitter, el presidente Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) escribió: “Vengo a decirle a nuestros compatriotas deportados: ¡ Aquí está su país, su gobierno y su presidente! ¡Están en casa! #Atenciónfrontera”. Esta etiqueta ha sido replicada 12.000 veces en Twitter en la última semana.
Y el tema no se ha quedado en las cuentas de los líderes de los estados hermanos, ha despertado la solidaridad de venezolanos y colombianos que han querido mostrar sus punto de vista en sus redes.
Para el director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, Juan David Escobar, esa solidaridad “no debe ser la disculpa para nacionalismos absurdos que lleven a la confrontación o a culpar al pueblo de Venezuela por lo que está sucediendo”.
Otro punto de vista
El gobierno venezolano ha encontrado en internet la herramienta para legitimar la acción de su presidente, según Germán Medina, experto en marketing político.
Por ejemplo, la canciller Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) le afirmó a sus más de 260 mil seguidores en Twitter que “la revolución bolivariana ha garantizado los derechos humanos fundamentales al éxodo masivo de hermanos colombianos, que no son atendidos por su país de origen”.
El oficialismo venezolano, según explica Medina, entiende que las redes sociales “son las únicas formas de expresión de la oposición, así que bloquean los ataques al gobierno de Maduro, que pone a sus funcionarios a que participen activamente en redes”.
De hecho, etiquetas como #VenezuelaExigeRespeto, iniciativa del gobierno venezolano para reunir los mensajes de apoyo al cierre fronterizo, ha sido utilizada en 264.000 mensajes en Twitter en la última semana.
A primera vista, estas cifras muestran apoyo al líder del vecino país pero según Emilio Nouel, venezolano experto en política exterior, el gobierno de su nación ha usado cuentas falsas para legitimar sus argumentos en Twitter desde hace varios años.
Investigadores de la Universidad Estatal de Utah detectaron que cientos de cuentas de Twitter que replican los comentarios del gobierno venezolano tienen mensajes que rebotan a una velocidad de robot y sin coherencia a pesar de usar la etiqueta. Es más, en marzo de este año, por ejemplo, Twitter eliminó 6.000 de estos seguidores tras considerarlos falsos. Por lo que también se ha puesto en duda que el presidente Maduro sea realmente la tercera figura pública más retuiteada del mundo después del Papa Francisco y el rey de Arabia Saudita, según cifras de la firma de relaciones públicas Burston Marsteller.
Para el politólogo venezolano Jesús Castillo, como el 6 de diciembre serán las elecciones legislativas en Venezuela, que se utilicen cuentas falsas hace parte del juego. “En esta crisis, el gobierno utilizará lo que tenga a la mano para fortalecer la popularidad”, dice.
A parte de las posturas políticas que ha suscitado la situación, han surgido iniciativas de medios de comunicación y de ciudadanos del común que recuerdan, como lo mencionan los analistas consultados, que la crisis es un problema de los gobiernos y no de los ciudadanos.
EL COLOMBIANO, por ejemplo, lanzó el 28 de agosto la campaña en Twitter #ChamoColombiaTeQuiere con la que buscó solidaridad entre los ciudadanos de los dos países. La etiqueta ha sido utilizada 14.000 veces en la red social he incluso fue primera en el top de las tendencias en Venezuela, Colombia y Bogotá. La respuesta de los venezolanos fue #ParceVenezuelaTeQuiere.
Entre ficción y realidad
Los analistas consultados han sido enfáticos en mencionar que no se puede creer todo lo que se ve en redes sociales pues, en ocasiones, no corresponde a la realidad. De hecho, en redes sociales circula un video en el que hombres de un ejército golpean con fuerza a niños. Es la evidencia de los hechos ocurridos en julio de este año en Guatemala. Sin embargo, está moviéndose en las redes sociales como si guardias venezolanos fueran los protagonistas de este.
Lo único cierto es que “ha aflorado el nacionalismo, reacción automática que sucede en estos casos, pero serán los gobiernos los que aticen estos enfrentamientos para crear sentimientos de unidad frente a un supuesto enemigo”, concluye Nouel.