Un poco más de 515 años después de su muerte, la duda por saber exactamente dónde nació Cristóbal Colón sigue inquietando a varios investigadores alrededor del mundo.
De Colón, conocido como el descubridor de América, no es equivocado asegurar que es una de las personas más importantes en la historia de este continente, por lo que el resultado de un estudio genético que se retomará en los próximos días, -tras 16 años de su inicio-, en la Universidad de Granada, España, tiene a historiadores y comunidad en general a la expectativa de su país de origen.
La idea, liderada por el científico José Antonio Lorente, consiste en tomar partes de los restos de Colón, su hermano Diego y su hijo Hernando, estudiarlas y, de acuerdo a los análisis de alta tecnología en ADN, establecer si realmente Cristóbal nació en Génova, Italia, o si se cumplen las hipótesis de otros historiadores que lo dan como español o incluso portugués.
“Esta investigación, que inicia su última fase, es muy interesante porque abre puertas en la genética, la historia y el trabajo forense”, le contó a este diario Juana Marín, profesora de Historia Colonial en la Universidad Javeriana.
Marín añadió que otros estudios, por el contrario, toman la figura de Colón como “un caldo de cultivo muy atractivo para investigaciones más relacionadas a la ciencia ficción”.
En todo caso, es muy normal que en los colegios, los profesores enseñen que Colón es italiano, ya que así está estipulado. Aunque no es raro escuchar a alguien decir que nació en España, vinculándolo a sus estrechas relaciones con ese país. La profesora Marín aclaró en este punto que la curiosidad y “el rescate histórico de la figura de Colón no se hizo desde España, sino desde Estados Unidos y el resto de países americanos”.
Además, explicó que desde finales del siglo XIX, a Colón se le empezó a dar también una figura identitaria en Italia y el resto de Europa.
La importancia del estudio
El científico Lorente habló con EL COLOMBIANO sobre por qué tantos años después sigue el interés por esclarecer esto, y lo primero que dijo es que sirve como anécdota: de descubrirse objetivamente un lugar de origen distinto a Génova, cambiarían los libros de historia de aquí en adelante.
Sin embargo, lo que más le interesa como investigador es que “Colón fue un personaje único por la manera en que se comportaba, el modo en que hablaba, lo que exigía. Interpretar todo lo que dijo e hizo, a la luz de su nacionalidad, puede ayudar mucho”, resaltó.
Y es que de Colón se ha dicho que no escribió nunca en italiano, y que utilizaba combinaciones de palabras de distintas regiones españolas e incluso de Portugal.
De hecho, para la profesora Marín, “Colón era como un cocodrilo que va borrando sus huellas con la cola. Él generaba una suerte de nebulosa en sus pasos. Y esas contradicciones las generó desde su propia realidad, creó un aura de excepcionalidad”.
La cronología
Comenzada la investigación a inicios de este siglo por el mismo científico, tuvo que ser parada en 2005 porque hubo dos grandes problemas.
“El primero es que por el estado de degradación, estábamos gastando mucho hueso y obteniendo pocos resultados. Lo otro fue que la Catedral de Sevilla nos dejó tomar solamente un número muy limitado de huesos de los restos que tienen”, dijo Lorente.
Con más avances genéticos, llegaron a 2017 pensando que era la fecha para reanudarla. Sin embargo, en esa ocasión la pospusieron dos años para que los historiadores compilaran más información que robusteciera el trabajo.
“Aquí hay que reconocer que esto hace parte de un trabajo interdisciplinar, no solo hay genética sino que existe un conjunto de cosas como estudios históricos, arqueológicos y documentales”, aclaró Yecith David Puerto, un estudiante colombiano de doctorado, quien junto a Lorente hace parte del equipo investigador (ver anexo).
“En 2019 sí teníamos los datos y dijimos: ‘bueno, en 2020 empezamos’, pero se nos adelantó el virus del covid-19 y no pudimos retomarla”.
Finalmente, la investigación está a punto de reanudarse y de ella se esperan resultados para el 12 de octubre de este año, los cuales se divulgarán a través de un documental de RTVE: “Ellos pagaron 36.000 euros a la Universidad para tener los derechos de grabar el proceso. Esa plata nos sirve para financiar el estudio”, explicó Lorente.
¿Cómo se llevará a cabo?
Trozos de huesos de cada uno de los Colón se analizarán en tres laboratorios de distintos países. “Lo primero que haremos es limpiar la parte de afuera de cada trozo de hueso, lijarlo para que el ADN de quien lo haya tocado, se elimine”, dijo Lorente.
Después, una máquina lo pulveriza, para dar con el ADN del interior. Luego se someterá a amplificaciones para dar con datos que permitan establecer su origen. “El objetivo es aportar información genética que ayude a los historiadores a afinar, con datos objetivos y no solo con la deducción de objetos históricos, de dónde era Cristóbal Colón”, concluyó el científico Lorente.
Y añadió que si de ahí salen más datos como enfermedades o rasgos físicos, serían curiosidades adicionales