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¿Para qué sirve tomar agua?
Conocemos ampliamente los beneficios de tomar agua, pero la oferta del agua embotellada es tan amplia que caemos en el riesgo de naufragar en un mar de desinformación.
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Conocemos los beneficios de tomar agua, pero la oferta del agua embotellada es tan amplia que naufragamos en la desinformación. Ilustración: Shutterstock
26 de julio de 2017
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A ella le debemos la hidratación celular y el buen aspecto de la piel, la regulación de la temperatura corporal, la eliminación de sustancias tóxicas por medio de la orina y la transpiración, y un sinfín de procesos biológicos. El agua es el componente principal de los seres vivos y representa aproximadamente el 60 % del peso de una persona.
El agua es necesaria para la vida de las células y permite el flujo de sangre. Una buena hidratación diaria previene cálculos renales e infecciones del tracto urinario. Por el contrario, la deshidratación severa puede ser grave e incluso llevar a la muerte, especialmente entre las personas más vulnerables como los ancianos, los niños y quienes estén en condiciones de enfermedad. Resulta importante anotar que los adultos mayores pueden perder la sensación de sed, por esa razón deber consumir líquidos, incluso si no sienten la necesidad.
Si no se consume el líquido suficiente durante el día, existe el riesgo de deshidratación, de ahí que sea esencial tomar por lo menos un litro de agua por día, el resto se obtiene por medio de los alimentos (frutas, sopas, jugos, aromáticas). Se recomienda entonces tomar entre seis y nueve vasos de agua al día, o el equivalente a una botella grande. El objetivo es mantener un equilibrio entre la absorción de agua y la eliminación.
¿Agua de manantial o mineral natural?
Las etiquetas de las botellas de agua están ahí para ayudar. La información comercial se encuentra estrictamente regulada, define la naturaleza del agua y su fuente, y el contenido de minerales. Entonces, ¿qué diferencia hay entre el agua de manantial o el agua mineral natural?
El agua de manantial es agua de fuentes subterráneas, microbiológicamente sana y protegida contra los riesgos de contaminación. Se embotella directamente de la fuente sin haber sido sometida a ningún tratamiento químico. Las aguas de manantial son naturalmente puras, débilmente mineralizadas y contienen muy pocos nitratos. Pueden tener adición de dióxido de carbono para darle un toque de gas (burbujas).
El agua mineral natural también se obtiene de aguas subterráneas y es microbiológicamente segura. Es rica en minerales en mayor o en menor grado dependiendo del lugar de la fuente, de ahí que sea importante leer la etiqueta. Algunas de ellas tienen efectos benéficos sobre la salud.
Aunque en Colombia se ha ampliado la industria de aguas embotelladas, todavía es un tema novedoso. Lo cierto es que la oferta internacional está presente en las grandes superficies y resulta interesante identificar ciertas marcas con sus características. Para el consumo cotidiano de agua embotellada es mejor elegir agua de manantial o baja en minerales.
Entre las aguas minerales, las hay ricas en calcio, que contienen más de 150 mg/L, están indicadas para la prevención de problemas como la osteoporosis y pueden ser beneficiosas para las mujeres gestantes, porque el desarrollo de bebé requiere más consumo de calcio.
Las aguas minerales ricas en magnesio, cuyo importe excede de 50 mg/L se recomiendan en caso de estrés o ansiedad, de hecho, el magnesio se conoce por ser un antifatiga. De otro lado, las aguas sulfatadas (más de 200 mg/L) tienen un efecto levemente laxante. Y para contrarrestar los trastornos digestivos mejor elegir un agua rica en bicarbonato. ¡Lo importante es tomarlas!
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10 ideas para tomar el agua suficiente
No espere a tener sed: la sed es una señal de advertencia del cuerpo. Cuando surge esta sensación, el cuerpo ya está deshidratado.
Prepare la botella para el día: cuando se está en el trabajo o en otras actividades, a menudo se olvida beber regularmente. El truco es preparar una botella de agua todos los días para garantizar un consumo de agua suficiente.
Beba a voluntad: se recomienda beber agua a voluntad durante todo el día, sin caer en el exceso.
Varíe los placeres: variaciones sobre el mismo tema, el té, café o aromáticas también ayudan a hidratar. Tenga en cuenta también el consomé y otras sopas.
Adapte el consumo de agua a su actividad: durante el ejercicio físico, el cuerpo se deshidrata más rápidamente debido a la transpiración. Incluso si no está sediento, tome líquido antes de la actividad física. Luego, beba regularmente durante y después de la actividad deportiva.
Larga vida a los frutos: para combinar la hidratación y la nutrición, elegir frutas ricas en agua: melón, sandía, pera, melocotón, naranja. La fruta entera, no en zumo.
Agregue su toque al agua: revise si las aguas saborizadas tienen azúcar añadida, prefiera las que no. O prepare la suya con unas rodajas de limón o de hojas de naranja o menta para darle sabor.
Viva la diversidad: el agua del grifo, el agua de manantial, las aguas minerales, las aguas gaseosas. La oferta es amplia y no hay pretexto para dejarla de consumir.
Esté alerta a la enfermedad: diarrea, vómitos o fiebre pueden causar grandes pérdidas de agua. El riesgo es la deshidratación. Tenga especial cuidado cuando esté enfermo.
Ajuste su consumo de agua al clima: a partir de los 30 ° C, el cuerpo se deshidrata rápidamente, a causa de la transpiración. Por eso se recomienda beber más cuando hace calor.
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