Desde Medellín hasta el corregimiento de Doradal fue llevado un quirófano completo: una máquina de anestesia para grandes especies, equipos de coagulación avanzada, un monitor de signos vitales, laparoscopia y un telepac, aunado al apoyo de 30 profesionales, entre cirujanos, anestesiólogos, instrumentadores, médicos veterinarios, biólogos y auxiliares para esterilizar a una hipopótama de 1.200 kilos.
Luego de 10 horas de trabajos y monitoreos, se convirtió en el primer animal de este tipo en Colombia al que se le realiza un procedimiento como ese luego de que esta especie fuera declarada como invasora.
El país es el único del mundo, además de los africanos, en el que hay hipopótamos –catalogados aquí como una invasión biológica– debido a que, en la década de los 80, cuatro individuos fueron introducidos a través del tráfico ilegal de fauna.