Intentando ganarle el pulso al contrabando y al licor adulterado, los licores que se comercializan en Antioquia, con excepción del aguardiente, estrenarán estampilla.
Así lo dio a conocer la Secretaría de Hacienda, que le explicó que ya comenzó a andar el proceso de implementación de la nueva estampilla circular como sello de seguridad para la señalización de licores comercializados en el departamento. Antioquia se convierte en el primer departamento del país en adoptar este diseño.
El nuevo sistema comienza a operar este mes de octubre y abarcará toda la industria licorera progresivamente en los próximos meses para certificar la legalidad y autenticidad de las bebidas alcohólicas, garantizar el pago del impuesto al consumo y fortalecer la trazabilidad del producto.
La directora de Fiscalización y Control de la Secretaría de Hacienda, María Alejandra Escobar Mejía, aseguró que, mientras avanza su implantación, los comercializadores y consumidores encontrarán bebidas alcohólicas con alguna de las dos referencias de estampillas. "Podrán encontrar la circular, que es la nueva, y la rectangular. La implementación es progresiva, iniciamos con 13 millones de estampillas durante los próximos seis meses", afirmó Escobar.
¿Y con esto subirá el precio del trago?
La respuesta es no. Lo que se busca con esta estampilla circular es incorpora elementos de seguridad avanzada y está diseñado para cumplir varias funciones importantes como verificar que el licor no ha sido adulterado ni falsificado, prevenir el contrabando, proteger al consumidor al asegurar que el producto cumple con la normativa fiscal y sanitaria y fortalecer la identidad de marca de los productores legales. De hecho, la secretaría Escobar señaló que esta nueva estampilla les permite un ahorro en costos del 53%.
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Una de las innovaciones, según la Gobernación, es que la activación del código ocurre una vez se confirma el pago del impuesto al consumo y su numeración debe coincidir con la línea de producción del licor. Además, incorpora tecnología blockchain con el fin de asegurar que los registros y transacciones asociadas a cada estampilla queden almacenadas en una red descentralizada, que mejora la transparencia, la inmutabilidad de la información y la trazabilidad.
Para el departamento, estos cambios son fundamentales para cerrar la canilla de la pérdida de recursos que les deja el contrabando de licor y cigarrillos. Según cifras de Hacienda, casi $900 mil millones se han perdido desde 2020, una cifra que representa un cuarto de las pérdidas totales en Colombia por este tipo de delito. Los recursos que se dejan de percibir por licor y cigarrillo golpean las arcas de los programas de salud, deporte y educación. Estos recursos que se dejan de percibir impactan de forma negativa áreas financiadas con estos ingresos, como la salud, la educación y el deporte.