Los permanentes cortes en el suministro de agua, que desde hace más de tres días están sufriendo los internos de la cárcel de El Pedregal, en el Occidente de Medellín, serían consecuencia del ímpetu de algunos internos por fabricar armas corto punzantes.
EL COLOMBIANO conoció que las autoridades penitenciarias tienen indicios de la modalidad, en la que un grupo de los presos estaría rompiendo las tuberías de acueducto para hacer cuchillos. En días pasados, organizaciones de derechos humanos de Medellín denunciaron la persistente suspensión de agua en el penal, lo que ha generado dificultades en las condiciones de salud de algunos internos.
Carlos Contreras, director de la Corporación Nuevos y Mejores Caminos, que representa a los internos, explicó que ha recibido información de los reclusos sobre los problemas de abastecimiento de agua en algunos pabellones. “En cualquiera de los dos situaciones, lo cierto es que no hay agua y eso es muy grave. ¿Si es delicado en la casa de uno, ahora imagínese en un pabellón que tiene tanto hacinamiento?”, cuestionó.
Contreras añadió que este no es un hecho nuevo, pues recién inaugurado ese establecimiento penitenciario tuvo serios problemas: “tenían que llevar carro tanques para entregar el líquido”, recordó.
La Mesa de Derechos Humanos de Medellín no tiene certeza de que las interrupciones en el servicio de agua sean consecuencia de los comportamientos de los internos, y le da validez a un problema técnico. Informes de la guardia de El Pedregal, tras operativos de control, serían la base con que cuentan los investigadores para establecer que en el interior se están fabricando armas corto punzantes con las tuberías.