Colombia competitiva: algunas tareas pendientes.

Hace pocos días estuve revisando el informe de competitividad de Colombia 2012-2013 y comparaba algunos de sus datos con los retos que hemos destacado en este blog y que tienen que ver con la incursión de nuestras empresas en las cadenas globales de valor. La conclusión a la que llegué es que hay varias tareas pendientes y, en esta ocasión, deseo centrarme en un par de ellas que tienen que ver con la AGREGACION DE VALOR A NUESTRAS MERCANCIAS, a partir de una estrategia de largo plazo.

El problema: des-sofisticación de nuestra oferta exportable.

Según el informe del Consejo Nacional de Competitividad, este país arrastra una tendencia de varios lustros que nos lleva a la época jurassica: cada vez dependemos más de las exportaciones de commodities.

Fuente: diseño propio con datos de CPC 2012. Esta gráfica señala como en una década, el país ha incrementado la dependencia de sus exportaciones de materias primas. No sólo exportamos más hidrocarburos, sino que, en cualquiera de los niveles de tecnología -alta, media o baja- ha caído el grado de sofisticación de nuestros bienes.

Como lo hemos señalado en los artículos anteriores, el comercio mundial se mueve a través de cadenas globales de valor. Evidentemente, los datos presentados muestran que nuestra economía tiende a moverse hacia los últimos eslabones de esta cadena: abastecemos de combustibles a las factorías de países industrializados y de exitosas economías emergentes.

Fuente: diseño propio con datos de CPC 2012. Esta tabla muestra como economías exitosas, como Corea, tienen 85% de exportaciones manufacturadas con tecnología de nivel alto, medio o bajo. Incluso España, en medio de su crisis, exporta 3/4 de bienes manufacturados. Además, vecinos nuestros como México han reducido sustancialmente su dependencia de exportaciones de materias primas.

Algunos analistas podrán considerar que nuestra estrategia, centrada en la locomotora de la minería, tiene sentido, puesto que la demanda básica de energía depende de los hidrocarburos y eso es lo que estamos exportando. Sin embargo, ni tenemos reservas de petróleo para varias décadas, ni vamos en la dirección de las exitosas economías emergentes.

Un par de tareas sin realizar: educación e innovación.

El caso es que llevamos ya varios años culpando a la revaluación o a la firma de TLC por los problemas de competitividad de nuestras empresas, pero evadimos los problemas de fondo: la ausencia de políticas domésticas que creen condiciones para que en el mediano y largo plazo el aparato productivo pueda tener fortalezas en materia de productividad, innovación y sofisticación de los productos y servicios.

Una de estas tareas pendientes es el fortalecimiento del sistema de educación básica y media. En Colombia hay un problema que va mas allá de la cobertura educativa y es la poca importancia que se le da a tener una planta docente de alta calidad: ser maestro en Colombia no da reputación, ni dinero, contrario a lo que sucede en Finlandia, Corea o Singapur.

Esta tabla nos señala 3 grandes problemas: en las facultades de educación (licenciaturas) no se matriculan los mejores bachilleres, ésta no es una profesión atractiva ni por estatus ni por remuneración. El segundo problema es que hay más docentes que vacantes, sin embargo, estas últimas no se llenan ya que los docentes no tienen los perfiles requeridos. Por último, sólo el 20% de los profesores se presentan a procesos de evaluación para escalafonarse, lo que se asocia con bajos niveles de preparación. (Datos sintetizados del Informe Nacional de Competitividad 2012).

La educación básica tiene que ver con competencias fundamentales: creatividad, observación, pensamiento lógico, dominio de una segunda lengua, entre otros. Si no se invierte en la alimentación (consumo de proteinas) y educación de la primera infancia, la próxima generación tendrá limitaciones para liderar proyectos que mejoren la economía y el bienestar de la sociedad. Estamos hablando de limitaciones para la investigación, el desarrollo, la innovación y el emprendimiento.

Si no se toman decisiones de fondo en esta materia, nuestra economía seguirá mostrando debilidades en un indicador clave como el de las patentes:

Para cerrar: la ausencia de políticas de Estado y el marcado énfasis en las políticas cortoplacistas no permite enfrentar los retos que marcan la evolución de la economía colombiana en el largo plazo: las inversiones adecuadas que se hagan en la infancia actual repercutirán en la competitividad y el desarrollo de la economía de este país en un par de décadas. ¿Habrá clase política que esté dispuesta a mirar a lo lejos?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tendencias en el Entorno Internacional de los Negocios

La semana pasada tuve la oportunidad de visitar el Nodo Barranquilla de la Universidad CEIPA (Colombia) y compartir una conferencia sobre las tendencias en el entorno internacional de los negocios. En dicha charla me propuse hacer un énfasis de carácter prospectivo frente al tema. O sea, más que resaltar los datos actuales, quise buscar los determinantes de los cambios de largo plazo en el entorno internacional de los negocios.

Les dejo el enlace para las personas que deseen ver la conferencia completa: http://www.youtube.com/watch?v=TzFGSRlVf8o&feature=youtu.be

En síntesis de la conferencia se puede deducir:

– Es creciente el comercio mundial de mercancías de alto valor agregado, relegando la participación de los productos de la minería y la agricultura,

– Inclusive, la participación de los países en vía desarrollo se reduce también en el mercado de los bienes agropecuarios, lo que se explica por el alto proteccionismo de los países industrializados, con respecto a los productos que aseguran la supervivencia de las personas: granos proteínicos, cárnicos y lácteos, azúcar. Los TLC que firmamos no abren de manera significativa los mercados de la UE o de Estados Unidos frente a estos productos.

– La distribución geográfica de la mayor parte del comercio del mundo sigue centrada en Norteamérica, Europa Occidental y el Este Asiático, pero aumentando la participación de nuevos países emergentes como China, India, Corea, Taiwan. Igualmente emergen algunos países latinoamericanos (Brasil y Chile) o africanos (Suráfrica, Egipto).

– Hay un fuerte comercio intrarregional en Norteamérica -NAFTA- y Europa Occidental -Unión Europea-. Incluso, las naciones del Este Asiático tienen un gran comercio intrarregional. Resaltemos que la mayor parte de las exportaciones intraasiáticas y de esta región con Europa y Norteamérica son bienes intermedios, no productos terminados. Esto se explica por el denominado Comercio Mundial de Tareas en el marco de las Cadenas Globales de Valor.

– Hay un auge del Comercio Mundial de Tareas, o sea que las Cadenas Globales de Producción organizan la producción mundial; en consecuencia, los países y las empresas exitosas hacen parte de estas cadenas elaborando componentes o ensamblando partes de un producto que se manufacturan con la participación de decenas de países.

– El comercio mundial de hidrocarburos tiene futuro, ya que casi el 90% de la canasta energética mundial tiene que ver con petróleo, gas y carbón. Sin embargo, Colombia no tiene muchas reservas, lo que no augura mucho éxito en este sector en el largo plazo. El Medio Oriente y Venezuela tienen los recursos para abastecer el mundo en las próximas décadas.

 

La OMC será dirigida por un latinoamericano.

Actualmente, la OMC se halla en el proceso de elección de su nuevo Director General. A Pascal Lamy se le acaba su tiempo y ahora dos latinoamericanos han llegado a la final en el proceso de selección de su sustituto. Herminio Blanco de México y Roberto Carvalho de Brasil se disputan el puesto más importante del comercio mundial.

¿Pero qué significa la OMC en el comercio mundial actual?

La Cátedra Abierta Gerenci@ de la Institución Universitaria CEIPA abrió sus puertas para que, en una sesión on line, habláramos sobre el tema.Para ver la conferencia completa, accedan al siguiente link: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=xqfYy_gBmq4

Estas son las principales conclusiones de la misma:

1. La OMC ha expandido su influencia a 159 países, los cuales representan el 95% del comercio mundial; y ha bajado significativamente el proteccionismo global -los aranceles promedio mundiales se hallan por debajo del 5%.

2. Para los mercados industrializados (NAFTA, UE y Japón) y las potencias emergentes (Corea, Brasil, China, India, principalmente), los acuerdos de la OMC son el eje que guía la mayor parte de sus exportaciones.

Nota: la mayor parte del comercio de los países industrializados y los grandes mercados emergentes se rige por las reglas de la OMC (barra azul) el resto depente de TLC firmados con países en vía de desarrollo, principalmente.

 

3. Sin embargo, para los países en vía de desarrollo, los Acuerdos Regionales de Comercio (ARC) son la principal herramienta para abrir mercado a sus exportaciones (aunque los países dependientes de hidrocarburos y otros commodities estratégicos, no tienen barreras para sus exportaciones). Pero, muchos países subdesarrollados fincan la esperanza de aumentar sus exportaciones no tradicionales en la firma de TLC con las potencias de Norteamérica, Europa y el Este Asiático.

Nota: aunque la OMC ya reune a casi 160 naciones planeta y ha bajado los aranceles aplicados menos del 5%, en promedio, paralelamente se da una expansión de los Acuerdos Regionales de Comercio (ARC), principalmente en forma de TLC.
 

4. Pero los bloques regionales históricos, como la CAN, Mercosur o el Mercado Común Centroamericano, se están debilitando. Los países latinoamericanos han perdido interés en los proyectos regionales y, en cambio, han volcado sus ojos en los TLC que firman con la Unión Europea, Estados Unidos y naciones asiáticas, principalmente.

5. Pero un fenómeno objetivo explica esta dinámica. La división internacional del trabajo cada vez es más especializada. Las factorías y los países ya no se especializan en la producción de bienes, sino que hacen parte de una Cadena Global de Valor (CGV) en la que se distribuyen diferentes tareas a lo largo del planeta. Así, por ejemplo, un Ipod ensamblado en China, tiene componentes norteamericanos, alemanes, coreanos, taiwaneses y de una docena de países más. ¿Entonces, cuál es el país productor?

Nota: el Comercio Mundial de Tareas, la nueva forma de entender la División Internacional del Trabajo, significa que una mercancía es hecha para fábricas de diversos países. Ningún producto procesado es hecho totalmente en un sólo país.

 

6. ¿En esa CGV qué papel juegan economías como la colombiana? somos los proveedores de hidrocarburos con los que se ponen a funcionar las fábricas del planeta: los demás son los responsables del Valor Agregado.

 

Lupa Empresarial: Integración y Cooperación Internacional

Acaba de ver la luz, el  número 14 de la Revista Lupa Empresarial de CEIPA. En esta oportunidad, la publicación presenta varios artículos que reflexionan sobre diversas experiencias relacionadas con la internacionalización de las empresas y con la dinámica de los organismos internacionales que se han gestado en la dinámica de la globalización.

Llaman la atención los artículos presentados por las analistas Pamela Curvale y Cynthia Cabrol, quienes desnudan algunos de los mayores retos que enfrentan los procesos de integración y cooperación de las naciones en vía de desarrollo y, particularmente, en América Latina.

De un lado, la llamada Cooperación Sur-Sur debe superar grandes barreras asociadas a la debilidad institucional, la falta de experiencia y la ausencia de una tradición fuerte en integración entre países subdesarrollados. Por otra parte, se muestran las debilidades del Mercosur, ya que sus integrantres son renuentes a abrir camino a niveles de supranacionalidad.

De otro lado, aparecen dos artículos de corte jurídico: sobre Propiedad Intelectual y Derechos de Autor. La Dra. Rocío González estudia la importancia del tema en las pymes, a la vez que la licenciada argentina Lina Hartel presenta un análisis sobre los retos que enfrenta el sistema multilateral que se ocupa de los ADPIC, cuando el objeto de negociación tiene que ver con la cobertura global en salud pública y el acceso a los medicamentos.

Por último, se presenta una reseña literaria del libro de Antoine Van Agtmael, “El siglo de los mercados emergentes”, el cual hace una revisión integral de los factores que podrían explicar el éxito de empresas que nacieron en países en vía de desarrollo exitosos, como los BRIC, Argentina, Corea, Suráfrica o México, entre otros.

 

Lupa Empresarial: retos de competitividad y desarrollo.

Por estos días salió el número 13 de la revista virtual Lupa Empresarial de la Institución Universitaria Ceipa.  En este número, la publicación se ocupa de temas relevantes para empresarios y hacedores de política pública, y lo hace abandonando un poco las preocupaciones de corto plazo para incursionar en los retos prospectivos del país y el mundo: la competitividad y el desarrollo. 

En esta oportunidad presento una reflexión sobre los países en vía de desarrollo en calidad de receptores de la ayuda en el Sistema de Cooperación Internacional. El artículo se fundamenta en dos problemas claves: la clasificación de los receptores de cooperación a partir de indicadores de renta, y el reto de convertir a los bloques (Mercosur, CAN, ASEAN, MCCA, etc.) en beneficiarios del Sistema, en lugar de los Estados-nación. 

El primer problema es llamativo en la medida que países altamente heterogéneos, desde otras perspectivas de desarrollo diferentes a la renta per cápita, se presentan como actores con necesidades similares, hecho totalmente lejano de la realidad. El segundo problema lo planteo como una tendencia: los grandes retos al desarrollo son transnacionales (medio ambiente, SIDA, narcotráfico, terrorismo) pero seguimos pretendiendo que se solucionen en el nivel nacional. ¿No será hora de retar a los Acuerdos de Integración Regional?

En el mismo número de la revista aparecen otras reflexiones complementarias que tienen relación con los retos de nuestras empresas y del país. Destaco al profesor Francisco Jaramillo quien desnuda los criterios e instrumentos de medición de la competitividad de las naciones para luego aplicarlos acertadamente a la realidad colombiana. Su aporte es el análisis desagregado de nuestro país, ya que el autor no se queda con las generalidades sino que reseña los indicadores y estudia su comportamiento en el caso de Colombia. La competitividad es un reto, pero no es una categoría monolítica sino que es un sistema de variables que se entrelazan y afectan recíprocamente.

Por último, quiero llamar la atención sobre el aporte de la investigadora francesa Coline Chevrin quien retoma el tema ambiental como variable del desarrollo pero para reflexionar sobre sus diferentes actores y paradigmas. Nuevamente se presenta un enfoque que reconoce que a los estados, en el sistema de relaciones internacionales, le han salido diversos competidores o interlocutores, según se les quiera ver.

Como lo plantea la investigadora francesa “…el medio ambiente puede ser abordado desde varias perspectivas: seguridad, derechos humanos, manejo integrado local-regional-nacionales-internacional –estimulando un profundo debate entre intereses globales, internacionales y domésticos– como también en términos de la necesaria relación entre ambiente y desarrollo.”