Contienda electoral: ¿democracia imperfecta o circo romano?

Giovanny Cardona Montoya, abril 17 de 2022.

 

Cada cierto tiempo – en el caso colombiano es cada cuatro años- se abre el debate electoral para un cambio de gobierno. Aunque nuestra democracia ha madurado gracias a hitos como la casi universal alfabetización de la población o la Constitución política de 1991, no se puede desconocer que aún arrastramos un lastre de insuficiencias que nos alejan conceptualmente del Contrato Social de Rousseau y en términos fácticos, de los logros en otros países como Suiza o los escandinavos, por ejemplo.

De dicho lastre destaco estas dos características que se acentúan elección tras elección: la expectativa de que “elegiremos la persona que lo resolverá todo” y el hecho de que las campañas cada vez parecen más una caricatura del Caudillismo Competitivo de Schumpeter: la lucha de las élites por el voto de las masas, a través de un “circo electoral abrigado por una carpa de formas democráticas”.

1. Elegiremos la persona que lo resolverá todo.

La primera particularidad es cuestionable en tanto decidimos desconocer la real complejidad de los problemas socio-económicos, políticos y culturales. El presidencialismo creado en América se ha convertido en una especie de mesianismo político. La sobrevaloración de la figura del presidente, reforzada por ciertos políticos que se consideran a sí mismos “elegidos entre todos, por la divina providencia” (léase, Chávez, Uribe, Bukele) y que se consolidó con la “epidemia del reeleccionismo” a comienzos de este siglo en América Latina, desvía la atención de los hacedores de política pública, los académicos y la sociedad civil en general, olvidando el carácter complejo de los principales problemas, lo que se distancia de la dimensión Estatal del debate -en lugar de gubernamental- y de su perspectiva de largo plazo en lugar del activismo cortoplacista.

Por ignorancia o negligencia -o por un poco de ambas-, centramos las campañas electorales no en los programas de gobierno, ni en partidos claramente definidos, sino, en sujetos a quienes consideramos “superpoderosos” y que, desde el poder ejecutivo darian rienda suelta a su creatividad y entusiasmo para sacarnos de nuestras mayores dificultades. No sólo estamos desconociendo la complejidad de éstas, sino, la relevancia del Estado, compuesto por otras ramas del poder público que tendrán un papel notable en cualquier decisión de fondo que se vaya a tomar.

el presidenteEste “infantilismo electoral” se robustece con la ausencia de partidos políticos sólidos que den identidad ideológica a los programas de gobierno, a los políticos que los encarnan y a las bancadas en el congreso. Por ello, nisiquiera somos capaces de diferenciar en el mediano plazo una bancada de gobierno, de otra de oposición. El congreso es una “licuadora” que mezcla cotidianamente compromisos, apoyos, beneficios unipersonales y, raramente, identidades programáticas. El respectivo Ministro de Gobierno o Interior debe ser un artesano para tejer alianzas vagas para nada inspiradas en identidad partidista, sino construidas con los hilos finos del erario público y repartidos uno a uno, persona a persona, hasta lograr las mayorías requeridas.

Pero, volviendo al mesianismo presidencial y la superficialidad en el debate, podemos ver la discusión actual alrededor del régimen pensional en Colombia. Las posturas vagas y superficiales se reducen a una querella pseudo-ideológica entre el defensor de los fondos privados de pensiones y el que aboga por un sistema de pensiones de carácter público.

No es un tema menor y los argumentos de lado y lado también cuentan con elementos de fondo; no todo es proselitismo. Sin embargo, reducir el análisis a una cuestión sobre el tipo de organizaciones que deben administrar los ahorros pensionales, es un error garrafal. El sistema pensional colombiano adolece al menos de cuatro problemas centrales:

1. La mayoría de las personas que llegan a la edad de retiro no alcanzan a recibir una pensión;

2. Hay una brecha de inequidad entre el porcentaje de hombres que alcanza la jubilación y el de mujeres;

3. Los fondos privados no pueden garantizar una renta de jubilación digna para los trabajadores que llegan a la edad de retiro: hay una enorme brecha entre la mesada que se adjudica y el último salario del trabajador;

4. Aunque Colpensiones puede ofrecer una pensión más elevada, su base financiera es frágil y se convierte, año tras año, en un enorme hueco fiscal.

Como podemos ver con este ejemplo, se habla de los fondos de pensiones -públicos o privados-, sin analizar problemas-raíz como la informalidad laboral -un gran porcentaje de la población no cotiza para tener pensión-; sin estudiar la estructura fiscal del país que ya cuenta con unos pasivos significativos que comprometen ingresos del Estado por varias décadas- o sin tener en cuenta el cambio demográfico que vive el país: envejecimiento de la población, aumento de la expectativa de vida y reducción gradual de la población infantil y juvenil, etc.

No es viable un sistema pensional justo y sostenible para varias generaciones sin tener en cuenta estas complejas dimensiones de la realidad. Se trata de un problema de Estado que requiere una propuesta de solución estructural, la cual sólo se podrá ejecutar gradualmente si se tienen en cuenta las raíces del problema, no sólo sus síntomas. Pero, como cantos de sirenas, las candidatos presidenciales nos atraen con ideas parciales pero mediáticamente impactantes (“se van a robar mis ahorros”, “es que los fondos privados se están enriqueciendo”) que nos llevan como borregos a tomar partido, cuando realmente no se está discutiendo el tema con suficiente amplitud y profundidad.

2. Circo electoral abrigado por una carpa de formas democráticas.

Pero, si la falta de cultura política se reflejara sólo en la simplicidad del debate sobre los temas de fondo, podríamos decir que hay un avance en la dirección correcta hacia una democracia real, no formal. No podemos todos los ciudadanos comprender a fondo los temas de infraestructura, seguridad, salud pública, educación, etc. Qué el debate gire alrededor de dichos temas ya es un avance, esperando que las nuevas generaciones enriquezcan la discusión. Pero hemos caído más profundo aún.

La actual campaña electoral se ha convertido en una riña de gallos, para lo cual la galería se halla atiborrada de público. Un amplio público enardecido, ebrio de pasión electoral y motivado por medios de comunicación y redes sociales que enriquecen la velada con información falsa o con comentarios vagos para mantener al máximo la adrenalina de los electores. Nada de fondo, nada serio, nada profundo: todo es especulación dirigida a mover nuestras fibras de la emoción.

Pareciera que tuviéramos que elegir al que tenga la menor cantidad de “malas compañías”. Los adeptos y miembros de las campañas se ocupan de escudriñar el basurero para encontrar algo con qué enlodar al candidato que no es de su preferencia. No importa si no es verdad o si no está totalmente claro; lo valioso es que entretenga al público hasta el día de las elecciones. ¿Dónde quedó el debate de las ideas?

manipulacion de opinion publicaEl problema mayor es que este circo mediático se abriga con la carpa de la democracia: ¡Es que los debates en televisión son importantes! ¡Es que la gente tiene derecho a ser informada y a opinar!

No estamos cuestionando las manifestaciones democráticas en forma de debates, libertad de expresión, candidatos, elecciones, votos. Todo esto hay que defenderlo. Pero la democracia formal no es real si no se le llena de contenido. Si el debate entre candidatos no tiene sentido político sino que parece un reality show, si en redes sociales puedo mentir, acusar y desacreditar sin asumir ninguna responsablidad, si los electores no entienden lo que se habla, si se puede mentir abiertamente para convencer, entonces, no es real esta democracia, es aparente.

Suficientemente débil ya ha sido la democracia cuando el hambre facilita la seducción del elector con prevendas mínimas (compra de votos) y cuando la baja cobertura educativa y la pobre educación en cultura ciudadana hacen del elector presa fácil de las mentiras, engaños e ideas vagas. Ya esto ha sido una “histórica pata coja” en nuestra mesa de la democracia; pero que, ahora que podemos acceder a la información y crear contenidos con gran facilidad, estemos pasando de una democracia limitada a un reality show es un indicio de que no avanzamos en la dirección correcta.

Screenshot_20220402-114322_3Infográfico publicado por el diario La República con datos del DANE en tiempos de pandemia. Según el DANE, las familias vulnerables son aquellas con ingresos percápita inferiores a 654.000 pesos mensuales (aproximadamente 160 dólares) y los pobres con ingresos inferiores a 332.000 (más o menos 80 dólares). Un país donde 36 millones -de 49 millones que es el total- vive al filo de la pobreza o es pobre, dificilmente puede contar con una democracia creible.

En síntesis, estamos siendo testigos de un proceso electoral que eleva a la calidad de divinidad al candidato presidencial -omitiendo la importancia de los partidos políticos sólidos y de la rama legislativa del poder público-; que simplifica los grandes debates al punto de banalizarlos; que evade otras grandes preguntas como la del incierto futuro de la vida en el planeta por cuenta del calentamiento global; y que se estructura en forma de un gran espectáculo mediático que, legitimado bajo las formas de la democracia, esconde el fondo de la misma y nos vuelve la memoria a los tiempos del circo romano.

 

Ucrania: ¿Qué quieren Putin y la OTAN? ¿y los ucranianos qué?

Giovanny Cardona Montoya, febrero 20 de 2022.

 

Se ha vuelto moda Ucrania. O, mejor dicho, está de moda preocuparnos por Ucrania. Como lo estuvo Siria: qué ya no lo está, a pesar de que se sigue desangrando en una guerra cruel que tiene mil razones por las que no para. No ha sido moda Libia, país que se diluye en una guerra civil entre tribus. Ya ni cuenta nos damos de lo que pasa en esas guerras…y en otras. El rating se lo lleva Ucrania.

La siguiente reflexión no busca corregir lo que se dice cotidianamente sobre este conflicto. Más bien, me propongo enriquecer el marco de referencia para que la comprensión de los hechos se enfoque en un escenario más amplio y complejo que lo que se destila cotidianamente en los medios de comunicación y redes sociales.

Los medios de comunicación que nos informan en Occidente -seguramente los rusos están viendo otra perspectiva-, ponen el acento en el riesgo de que Putin invada a su vecino occidental -temor que no es infundado-; sin embargo, la situación es mucho más compleja. Esta crisis en la frontera ruso-ucraniana tiene muchas aristas y yo voy a poner el acento en tres de éstas:

1.) Los rusos nunca han conocido la democracia y sus élites promueven una idea de potencia que es muy atractiva para la población;

2.) La OTAN y Rusia siguen siendo rivales geopolíticos a pesar de que la guerra fría terminó hace más de 30 años;

3.) Rusia y Ucrania comparten una  larga historia común.

1.) Rusia apenas conoce lo que es la llamada “democracia liberal”. El imperio ruso sucumbió ante la fuerza de los bolcheviques de Lenin y éstos crearon un modelo político “democrático” -mis comillas no son simbólicas-, en el cual un solo partido gobernaría. Y así lo hizo por más de 70 años. Posteriormente, con la caída de la URSS en 1991, la infantil democracia rusa dio sus primeros pasos.

Sin embargo, desde 1999, con diferentes roles -interino, presidente, primer ministro- Vladimir Putin ha gobernado al país más grande del planeta. La oposición ha sido controlada con mano dura; pero, la verdad sea dicha, a muchos rusos les gusta su “nuevo zar”. Con la reforma constitucional, todo indica que el presidente Putin pretende permanecer en el poder varios lustros más.

Bajo esta realidad de un país que cuenta con una democracia formal pero no real, Putin ha reavivado en muchos de los habitantes del país la idea de la Gran Madre Rusia. El espíritu de que Rusia es una potencia renace o pervive en los corazones de muchos rusos, de ahí que frecuentemente los medios de comunicación dan cuenta de que en grandes grupos de la población se aprueba dicha perspectiva en la política exterior de su gobierno.

Entonces, con un discurso grandilocuente de potencia militar (nuclear para ser más exactos), la élite política rusa, con Putin a la cabeza, demarca las zonas de influencia, especialmente alrededor de sus extensas fronteras en Eurasia, el Pacífico, el mar Negro y el ártico. Con especial interés Moscú vigila territorios ex-soviéticos como Bielorrusia, Kazajistán, Ucrania y Georgia. Por diferentes razones trata de evitar que otras potencias (léase OTAN, principalmente) lleguen a controlar dichos países. Entonces, Putin le echa leña al fuego.

2. A pesar de que el país socialista se disolvió -la URSS- y que en Rusia emergió el capitalismo, la OTAN y este país se comportan como potencias antagónicas. La OTAN y el Pacto de Varsovia surgieron como instrumentos de “diplomacia de guerra” entre Occidente y el comunismo liderado por la Unión Soviética. Sin embargo, ya no hay comunismo en Europa del Este, el Pacto de Varsovia se disolvió, la URSS se desintegró y el capitalismo se expandió por toda Europa Oriental. Aún así, el tratado militar de la OTAN no desapareció; al contrario, se expandió, particularmente hacia el Este de Europa. Qué alguien diga que la OTAN pervive porque le preocupa la democracia, estaría siendo muy cándido.

Así que, la crisis de Ucrania, exacerbada por las últimas acciones de Rusia, es una fogata que se alimenta de muchos leños. Si algo le da fuerza a Putin para desarrollar su política de potencia militar es la expansión de la OTAN. La otrora Unión Soviética tenía a sus enemigos armados en Alemania y Turquía, hoy Rusia ve a su némesis en los países que antes eran sus aliados en el Tratado de Varsovia. En otras palabras, la expansió de la OTAN hacia el Este legitima entre sus electores la estrategia político-militar de Putin. La OTAN le echa leña al fuego.

OTAN vs PACTO DE VARSOVIA

 

 3. Es bien conocido que el origen del pueblo ruso se halla en Ucrania (la kievskaya rus -киевская русь-) a finales del siglo IX; y que ambos territorios (Ucrania y Rusia) son habitados por pueblos eslavos con afinidad lingüística, religiosa y folklórica, entre otros. Adicionalmente, esta afinidad (aunque Rusia es pluricultural en su interior y en Ucrania conviven ortodoxos y católicos) se complementa con la historia socio-económica y política que los unió por más de tres siglos.

Con el Tratado de Pereyáslav, el 18 de enero de 1654 Bogdán Jmelnitsky  -Богдан Хмельницький- selló la unión de Ucrania con el Zar de Rusia. Desde entonces, la mayor parte de lo que hoy conocemos como Ucrania hizo parte de un mismo imperio y luego Estado, hasta 1991. Así que, no es de poca relevancia el hecho que muchos ucranianos, mayores de 30 años, hayan nacido y vivido en un país cuyas fronteras se extendían hasta el Pacífico y no en las estrechas actuales:

rusia y ucrania

Nota al mapa: la parte Occidental de Ucrania, más católica y ucranianoparlante, fue parte de Polonia entre 1919 y 1939 como resultado de la guerra polaco-ucraniana de 1918-1919. Luego, en 1939, Stalin “reunió” a los ucranianos en la URSS, apoyado en el Tratado Ribentrop-Molotov y en un pacto secreto firmado con Hitler, y reconocido por la URSS en tiempos de Gorbachov.

Pero, más allá de las perspectivas geopolíticas, deseo preguntarme si estamos teniendo en cuenta suficientemente a los ucranianos en este ajedrez. No dudo que Ucrania como Estado soberano se merece toda la autonomía para firmar tratados y establecer alianzas. Sin embargo, en lenguaje geopolítico es claro que Rusia y la OTAN se juegan una partida en la que priman sus intereses militares y económicos y, en este caso, “Ucrania aparece en la mitad del sanduche”: Rusia habla de su zona de influencia y ve a la OTAN como su enemigo; la OTAN expande sus fronteras hacia el vecindario ruso, seduciendo con el atractivo de la economía de la Unión Europea y fundamentado en la idea del derecho soberano de las naciones para firmar tratados.

Pero, ¿qué piensan los ucranianos de todo esto? Poco sabemos.

Recordemos estos hechos:

La mayor parte de la población ucraniana habla 2 idiomas (ruso y ucraniano). En el censo de 2001, se señala que casi el 30% de los habitantes de Ucrania consideran el ruso como su lengua materna. Adicionalmente, en varias ciudades, incluida Kiev, el ruso se habla a la par o por encima del ucraniano.

Más de la mitad de la población nació en la URSS, no en el Estado soberano de Ucrania; entre los mayores hay grupos poblacionales importantes que reconocen una nostalgia por el otra enorme país que habitaban.

– Al oriente del país (Donbáss, una rica zona minera del carbón) se libra una guerra civil protagonizada por rebeldes pro-rusos y el gobierno ucraniano.

– Hace 9 años Kiev se bañó de sangre cuando el gobierno de Yanukovich titubeó para llegar a un acuerdo comercial con la Unión Europea (una zona de libre comercio en el marco de un Acuerdo de Asociación), mientras, al tiempo, intentaba negociar con la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. Muchos ucranianos pro-occidentales consideraban que aquel era la cuota inicial para entrar a la UE.

La región de Crimea -de facto hoy controlada por Moscú-, más allá de su valor geopolítico y militar (la Flota del Mar Negro), es un territorio poblado en su mayoría por habitantes de raíces rusas (más del 70% consideran el ruso su lengua nativa). Dicho territorio fue reubicado dentro de la URSS por Nikita Krushov en la década de los 50s, convirtiéndola en parte constitutiva de la República Socialista Soviética de Ucrania. El entonces premier soviético -de origen ucraniano- no se imaginaba que medio siglo después este territorio sería objeto de disputa político-militar entre Rusia y Ucrania.

Los ucranianos aún no terminan de construir su identidad nacional. Si bien no tiene discusión el derecho y el interés de gran parte de la población por pertenecer a la Unión Europea, el debate de fondo es geopolítico: dos potencias se disputan el control territorial de la región y a Ucrania sólo le ofrecen carnadas (Unión Europea) o amenazas (invasión rusa).

Poco importa a rusos y a la OTAN -léase Estados Unidos-, el hecho de que Ucrania es un Estado joven, una democracia en construcción. Aunque claramente la mayoría de su población es ucraniana, en algunas zonas del país dichas mayorías no son tan notorias.Adicionalmente, las minorías más grandes -rusos, bielorrusos, moldavos-, se instalaron allí cuando Ucrania hacía parte del pluricultural imperio ruso o de la Unión Soviética; o sea, no existía el Estado soberano ucraniano.

Ucrania tiene 31 años, es joven; apenas está construyendo su identidad nacional pluricultural, para lo cual debe resolver temas domésticos fundamentales como el de la coexistencia de dos lenguas, varias étnias y, al menos dos religiones preponderantes. De manera especial, hay que reconocer la brecha intergeneracional entre los mayores, nacidos en la URSS, con una visión menos pro-occidental, y los jóvenes, nacidos en la soberana Ucrania. Adicionalmente, algunos retos de política interna ya fueron internacionalizados por Rusia: la confrontación en Donbass y la separación de facto de Crimea.

Por último, en el plano internacional, Ucrania necesita que se le permita ejercer con autonomía su política exterior, que se le respete la soberanía. Sin embargo, vive en un mundo bipolar (el naciente eje Rusia-China contra el eje OTAN) y en ese contexto debe tomar las decisiones en materia de política internacional. En otras palabras, OTAN y Rusia deberían respetar el naciente proceso de desarrollo nacional de Ucrania y reconocer los complejos intereses de los ucranianos, y estos últimos deben actuar con sabiduría ante las realidades geopolíticas que les rodean.

 

 

 

 

 

 

 

Opus Magister.

Febrero 2 de 2022. Palabras leídas en la conmemoración de los 50 años de la Institución Universitaria CEIPA,  a propósito de la presentación de la Antología de Don Antonio Mazo Mejía, fundador del Alma Mater.

 

«Un profesor trabaja para la eternidad: nunca se puede decir dónde acaba su influencia».

Henry Brooks Adams (1838-1918) novelista, historiador y periodista.

 

Si Don Antonio Mazo estuviese aquí frente a ustedes, y fuese a exponer acerca de la Obra de alguien que dejó una huella en la sociedad, probablemente comenzaría por decir que Obra viene del latín, opera, plural de opus, operis, o sea ‘obra, trabajo’. Igualmente diría que, también pertenece a la misma familia etimológica indoeuropea, op, que tiene que ver con cooperar y producir en abundancia y que dejan como resultado o consecuencia la generación de valor o riqueza.

A propósito de la Obra de Don Antonio, hace 8 años, cuando me enteré de su muerte, decía yo en este mismo blog que, a quien yo mejor recordaba era al Antonio Mazo inspirador.

Cuando hablaba a sus estudiantes o a sus colegas, se expresaba con un tono y eligiendo las palabras para dejar una lección. Mi abuela diría, no daba puntada sin dedal. Hilaba muy bien cada palabra, cada frase, cada idea.

Como les he dicho, amaba explicar la etimología de las palabras, llevarnos a sus orígenes; todo esto para decirnos que sus significados podían ser más profundos si se les conocía con propiedad. Qué, aunque el término “caro” se le asocie con precio alto, realmente se trata de un “un gran valor” y, entonces, estamos hablando de algo valioso, algo querido. Entonces, podía exclamar, ¡Caro maestro! ¡Querido maestro!

Y así, iba por la vida dando lecciones, inspirando, motivando. Era un maestro las 24 horas del día.

Así que, lo que hoy voy a presentar es “riqueza para nuestra comunidad”, vamos a compartir “valor”. Vamos a acercar parte de la Obra de Don Antonio Mazo a la sociedad. Hoy entregamos parte de la riqueza espiritual que nos dejó.

Digo parte de la Obra, porque sólo se trata de aquello que dejó en memorias y reflexiones escritas para sus pupilos. Y, que no nos sorprenda que diga pupilos, porque la etimología latina hace referencia al que se relaciona con su tutor, con su mentor y, por ende, el estudiante, el niño o la niña.

Y es verdad, Don Antonio dejó una gran Obra para sus pupilos. Sus nietos, sus hijos, sus estudiantes, sus colegas, somos de algún modo sus pupilos, porque somos seguidores del proyecto que  gestó para la Sociedad.

La Colección que hoy presentamos se compone de 5 Obras, o mejor dicho es una Obra compuesta por 5 pequeños tesoros. Cada uno de ellos creado con una intención especial, escrito en un lenguaje apropiado y dirigido a unos “pupilos” en particular.

Abueliando, Caminando Caminos, Reflexiones, Construyendo Futuro y También Era Conmigo, son cofres llenos de páginas que pueden brillar en el corazón y la mente de quienes los lean.

 Don Antonio tenía el don de la palabra, amaba el lenguaje. Gustaba él de la palabra justa y precisa, pero también de la palabra estéticamente bien elegida. Y así, por ejemplo, Abueliando, comienza con los versos de José Ángel Buesa:

Con la simple palabra de hablar todos los días,

que es tan noble que nunca llegará a ser vulgar,

voy diciendo estas cosas que casi no son mías,

así como las playas casi no son del mar.

Y su amor por las palabras es tan fuerte que también creo las suyas. Así, dio vida a Abueliando, una palabra que andaba por ahí, escondida entre sus amigos:

“Estoy seguro de que el Diccionario de la Real Academia no registra la acepción abueliar, de donde se deriva el gerundio abueliando. No sé tampoco a quién se le ocurrió el término, yo se lo escuché a una amiga mía, y desde entonces lo uso bastante.”

Don Antonio fue un caminante que inspiró a otros trashumantes. Por eso, en su Obra “Abueliando”, a sus nietos les recuerda que el camino apenas comienza, que la siembra es constante y la cosecha al final de la tarde. Pero los incita a degustarse cada paso del camino.

Como caminante, vio la vida como una alameda, una vereda surcada de verde que ofrecía luz y fresca sombra al viajero. Y el viaje es desde que nacemos hasta “el día que tendré que rendir el ineludible tributo a la hermana tierra”.

Caminando Caminos se trata de su vida de “arriero de la vida”, con su recorrido desde Briceño hasta su amada Medellín. Por ello, al escribir Caminando Caminos, hablaba a sus tres hijos -esos pupilos tan especiales-, con estas palabras:

Les dejo “un recuento de lo que ha sido mi vida y también algunas reflexiones, no sé si muy originales o no, lo que sí sé es que se trata de convicciones profundas con el mejor deseo de que les sean de utilidad en la vida, que sean como mi testamento espiritual para ellos, ojalá que también sirva a otros. Deseo que estas líneas sean mi mejor presencia cuando se produzca la partida definitiva, y las escribo para eso, para, a través de ellas, quedarme siempre con ustedes”

 Construyendo Futuro es una obra para los hijos que le dio La Escuela, para sus estudiantes, especialmente para los de CEIPA. Como él mismo lo dijo, con un: “lenguaje sencillo, conversacional, buscando ser inteligible y claro para nuestra juventud. Intencionalmente he evitado caer en elaboraciones que, por su fundamentación científica o su presentación muy erudita, distraigan a los lectores del objetivo fundamental,…prefiero pecar de elemental para llegar al lector, que posar de erudito corriendo el riesgo de distraer su atención o de sacrificar su reflexión, la cual deseo que lo lleve a tomar decisiones muy profundas e importantes para la construcción de su futuro.

En Construyendo Futuro, Don Antonio “cede” ante la realidad de “lo inmediato y lo concreto” en que vive la juventud de hoy, pero lo hace como una táctica de abuelito para atraer a sus nietos, sin saber ellos que lo que les espera es una reflexión profunda y no la mesada del domingo.

Para que veamos la profundidad y actualidad de su mensaje, podemos repasar:

“La costumbre de utilizar la palabra “hombre” como sinónimo de persona en la cual está tradicionalmente incluido el género femenino, me lleva a utilizar mucho el género masculino, pero entiéndase que estoy escribiendo tanto para los jóvenes como para las jóvenes, que ninguna se sienta excluida, desde ya presento excusas por las omisiones en que pueda incurrir.”

Aquí, con profunda humildad, advierte que lo importante no son las formas, mucho menos las apariencias, sino la sinceridad del corazón con la que se habla.

También, “Era Conmigo” es una obra dedicada a todos los caminantes que le acompañaron a lo largo de la vereda:

“Porque ellos han vivido y compartido conmigo sus vidas, y, sobre todo, porque su presencia en las horas más angustiosas que son inevitables en toda existencia, ha sido presencia que fortalece, solidaridad que hermana y razón para vivir; estas líneas les van dedicadas para decirles una vez más, que ellos le han dado sentido a mi vida y plenitud total y fecunda, y que son ellos quienes le dan lustre y resplandor a todo lo vivido y a lo que aún falta por vivir.”

Por último, “Reflexiones”. Este es un cofre compuesto por tres compartimentos. Esta Obra recoge las notas que el trashumante escribe al final de cada tarde y que guarda para releer a otros caminantes al final del largo viaje.

Dice Don Antonio:

“Fueron brotando así espontáneamente, al igual que brotan del alma los recuerdos, deseos y vivencias, o de las plantas, flores y semillas.

Surgieron del hombre que soy, y del maestro que siempre he querido ser.

Ser hombre, persona, es una condición que tenemos que asumir; ser maestro es una vocación que se lleva en el alma.

Hombre y maestro nunca están terminados, son un proceso continuo, un permanente buscar, un angustioso inquirir, un siempre querer ser más, y cada vez mejor; como la corriente de los ríos, es algo que “está pasando siempre, pero que nunca pasa”.

 

Y de ese Maestro en permanente construcción, Don Antonio nos deja esta reflexión:

Nada más parecido a un buen amigo que un buen libro; nos sirve desinteresadamente, lo encontramos siempre dispuesto a orientarnos, y nos espera siempre.

Los libros enseñan, divierten, iluminan, aconsejan; ellos guardan para nosotros el esfuerzo de muchos pensadores que en ellos nos dejaron su legado.

 

Y ese es Don Antonio: el pensador que, a través de estos libros, nos deja gran parte de su legado. ¡Disfruten su Obra!

 

 

 

¿Gerente de empresa o Gestor de equipos y redes de conocimiento?

Giovanny Cardona Montoya, octubre 16 de 2021.

Es probable que la la categoría Sociedad del Conocimiento haya sido propuesta por primera vez por Peter Drucker en una obra de 1959. Y lo hizo para argumentar cambios fundamentales en los procesos de producción, los cuales se consolidarían posteriormente con el auge de la informática y particularmente con la aparición y masificación de las autopistas de la información y las comunicaciones (Drucker, 1993).

Según Drucker, ya en la década de 1950 era evidente que al interior de las empresas emergía un grupo de trabajadores que más que interactuar con los factores tradicionales de producción (la tierra o las herramientas), lo hacían con la información. Se trataba de individuos que recibian datos, los sistematizaban, analizaban y, a partir de allí, proponian o tomaban decisiones. Hoy, con mayor razón, es evidente que la gestión de la información y el conocimiento es uno de los mayores activos de cualquier empresa.

Sin embargo, en las instituciones educativas aún proliferan las metodologías de reproducción de conocimiento, dinamizadas por actividades de transmisión magistral de la información, lo que no se compadece con la actual realidad social y económica, en la cual el acceso a la información se ha flexibilizado enormemente; donde el volumen de ésta crece exponencialmente, a la vez que los autores se multiplican sin la mediación de procesos editoriales.

En contraposición a lo que aún sucede en las escuelas y universidades, los retos que enfrentan as personas en el mundo laboral se relacionan más con la generación, el procesamiento, el análisis, el uso o la deconstrucción de información, que con la memorización de datos o reproducción de aquella.

En consecuencia, la capacitación de gerentes y estrategas organizacionales debe pasar de ser la preparación para ejercer cargos, a la formación de competencias para desempeñarse en ambientes cambiantes, inciertos y globalizados y liderar equipos y redes que resuelvan problemas recurriendo a soluciones innovadoras, tanto en el nivel de procesos como de productos o servicios.

Hace un par de décadas, Brunner (2000) sentenciaba lo que ya estamos viviendo de un modo más evidente:

1) Acumulación cada vez más acelerada del conocimiento, producto del constante progreso científico técnico y la aparición de nuevos modos de producción del conocimiento,

2) Inversión creciente en capital intangible -educación, capacitación, I+D, software, capital organizacional, redes y coordinación-;

3) La innovación como motor del crecimiento económico;

4) La revolución digital y la creación de nuevos instrumentos para producir, archivar, procesar, transmitir y usar el conocimiento;

5) Transformación del empleo y nuevos requerimientos de calificaciones y competencias profesionales.

trabajar con tecnologia

A partir de estos postulados se puede deducir que los procesos productivos han pasado de ser actividades estandarizadas para la producción en serie, a dinámicas complejas que articulan diversidad de variables y se mueven en ambientes inciertos y abiertos. Todo ello conlleva que los gerentes pasen de ser administradores de recursos a lideres y gestores estratégicos de la información y el conocimiento organizacional.

La competitividad vista desde el interior de la organización y en la relación de ésta con su entorno, parte de la capacidad de los equipos de trabajo de crear valor a partir de la gestión del conocimiento organizacional, lo que implica asegurar que el conocimiento individual y la información que fluye por los canales de la empresa, se transmitan e intercambien de manera inteligente, esto es, en función de sus propósitos estratégicos. En lenguaje de Nonaka y Takeuchi (1995), se trata de asegurar una espiral virtuosa por la que fluye el conocimiento tácito y el explícito, transformándose en agregación de valor.

Si bien Porter (1990) reconoce tres tipos de estrategias genéricas -de costo, de foco o de diferenciación), todas éstas deben tener como base piramidal, la innovación, la cual es el resultado exponencial de procesos oportunos y efectivos de gestión de la información y el conocimiento; lo cual exige estrategas capaces de organizar, acompañar y evaluar el desempeño de equipos de trabajo y de redes intra e interempresariales generadoras de valor.

redes de conocimiento

Incluso, los precursores de la teoría del Océano Azul señalan la posibilidad de que la innovación en valor expanda la frontera de un mercado y cree segmentos nuevos en los cuales la empresa innovadora se instala solitaria, ausente de competencia (Kim & Mauborgne, 2006).

En síntesis, en la sociedad del conocimiento las empresas son equipos de personas capaces de buscar y utilizar información para producir nuevo conocimiento (investigación) que permita agregar valor a procesos, bienes y servicios (desarrollo) para su adecuado aprovechamiento (innovación).

Dicha capacidad de gestionar información y crear conocimiento se concreta en dinámicas en las cuales los estrategas de las empresas logran consolidar equipos de trabajo que se conecten y co-creen en red, incluso con talento humano de otras organizaciones que hace parte de la misma cadena de valor: socios, proveedores, clientes, etc.

 

Retos multidimensionales de las empresas del siglo XXI

Octubre 3 de 2021

 

Las empresas hoy enfrentan retos multidimensionales, los que, en cierto modo, reflejan la existencia de una amplia gama de fenómenos que caracterizan al actual entorno de los negocios y que sirven para delinear el futuro de aquellas. Por ello, es menester reconocer que a los gerentes de las empresas les resulta fundamental hacer lecturas del entorno con perspectivas de largo plazo, que concatenen diversidad de variables; lo que da la pauta para buscar y acceder a la información requerida que reduzca la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones estratégicas.
Aplicando técnicas del universo metodológico de la prospectiva a un mundo multidimensional como el actual, encontramos un conjunto de factores de cambio (tendencias) que deben ser monitoreadas y comprendidas para entender el entorno que delimita el desempeño de las empresas; particularmente desde una perspectiva que delinee las decisiones de corto y mediano plazo, de cara a los retos de largo plazo.

Estas tendencias son:

1. La sociedad del conocimiento, fundamentada por primera vez en 1950, por Peter Drucker (Drucker, The new society: The anatomy of industrial order. Edición Revisada., 1993). A lo larg de los últimos 70 años, la llamada Sociedad del Conocimiento se ha ido consolidando y profundizando a través del desarrollo de las TIC y la cuarta revolución industrial. Los gerentes deben entender que hace rato hemos mutado de la producción en serie y los mercados predecibles, a la innovación permanente y los ambientes VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos).

qualcomm
2. La globalización de la producción de mercancías a través de las cadenas internacionales de valor. Este proceso de profundización en la división internacional del trabajo se viene profundizando desde hace medio siglo. Las empresas no hacen mercancías, sino que se articulan a cadenas de valor que, integradas a lo largo y ancho del planeta, proveen los bienes, servicios y experiencias que requieren los consumidores. Comercio Mundial de Tareas es el nombre del juego.
3. La homogeneización multilateral de las normativas y estándares de calidad de la producción, el intercambio y consumo de bienes y servicios. Este proceso se origina en la firma del GATT en 1947 y se profundiza con la creación de la OMC y los acuerdos de la Ronda de Uruguay en 1994. En esta misma dirección, el regionalismo abierto, caracterizado por el “spaguetti bowl” de TLC que se firman entre países y regiones a nivel mundial, se fundamenta desde sus pilares normativos, en los estándares diseñados por el Sistema Multilateral de Comercio (GATT-WTO).
4. La consolidación de Internet y de las redes sociales como escenarios de producción, intercambio y consumo de información, conocimientos, servicios y experiencias de consumidores. El mundo, en lo empresarial, educativo y socio-cultural, avanza hacia escenarios ubicuos en los que hay una concomitancia de ambientes presenciales y virtuales.

usuarios de internet, celular y redes en 2020

5. El calentamiento global. Se acabó el tiempo de “cuidar el planeta a las futuras generaciones”. La vida vista con ojos de sociedad humana está ad-portas de mutar dramaticamente. La gerencia del siglo XXI tiene que reconocer el impacto ambiental de las decisiones empresariales, no como una externalidad, sino como una consecuencia directa. Producir impactos ambientales positivos y económicamente rentables, es un imperativo de los estrategias organizacionales. ¿Si producir un litro de cerveza consume más de 150 litros de agua, pueda aquel costar unos pocos centavos de dólar?

climate-change-2063240_640